Claves nutricionales para incrementar el rendimiento físico
¿Sientes que tus niveles de energía a la hora de hacer deporte no son los mismos tras las vacaciones? Ficha las claves nutricionales con las que lograrás recuperar tu vitalidad.
Alicia Marín 3m 6s
Una alimentación equilibrada y saludable, así como hacer deporte son claves para el bienestar físico y psicológico, además de mejorar las relaciones personales y el rendimiento a todos los niveles.
Si con la llegada del otoño notas que tus niveles de energía han disminuido y retomar tu rutina de ejercicio se hace muy cuesta arriba, quizá necesites repasar tu dieta y fichar las claves nutricionales para recuperar tu vitalidad:
Cinco comidas diarias
Las autoridades médicas recomiendan hacer tres comidas diarias y tomar un snack a media mañana y media tarde, pues ayuda a regular el organismo. De las cinco comidas, la más importante es el desayuno, ya que aporta la energía necesaria para comenzar el día.
Frutas y verduras cada día
Se recomienda tomar 2 raciones de fruta y tres de verdura al día por su alto contenido en vitaminas, minerales y fibra.
Lácteos
La leche, el yogur, el queso y sus derivados proporcionan proteínas, calcio, vitamina D y otros minerales que son esenciales para la salud de los dientes y huesos. Apuesta por las versiones desnatadas o bajas en grasa.
Carne, pescado y legumbres
Las proteínas están implicadas en el funcionamiento del organismo, particularmente en su defensa contra las enfermedades. Las puedes encontrar en la carne y aves de corral, huevos, nueves, semillas y legumbres. Por su parte, el pescado proporciona proteínas, hierro y grasas esenciales. Esta regla es especialmente importante a la hora de conseguir unos buenos resultados de rendimiento, pues según datos de la OMS, el 50% de la población mundial tiene un nivel bajo de hierro, que puede reducir el rendimiento físico en un 30%.
Cereales
Proporcionan carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales. Bajos en glucosa, los cereales ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y proporcionan una liberación sostenida de energía.
Pocas grasas
Resulta esencial conocer qué tipo de grasas son saludables. Las grasas saturadas y "trans" pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón mediante el aumento de los niveles de colesterol malo y la disminución del colesterol bueno. Así, conviene sustituir este tipo de grasas por monoinsaturadas, que se encuentran en los aceites vegetales, nueces, semillas y aguacate.
Reducir los dulces
Limitar los productos procesados con azúcares añadidos, tales como refrescos, caramelos, pasteles y galletas. Este tipo de alimentos aportan muchas calorías frente a un escaso valor nutricional. El consumo excesivo o frecuente puede producir un aumento de peso. Es preferible apostar por tentempiés como las barritas energéticas que tú misma puedes preparar en casa y llevar siempre contigo para consumir en cualquier momento.
Poca sal
Evitar agregar sal en la cocina y en la mesa. Limitar el consumo de sodio a 5 gr por día para evitar la hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
Ocho vasos de agua al día
El agua es esencial para la vida. Es necesaria para la digestión, la absorción, la distribución y disolución de nutrientes, la eliminación de productos de desecho, y para regular la temperatura corporal. Beber mucha agua, entre 6 y 8 vasos al día.
Ahora sí, prepárate para volver a disfrutar con tu rutina de ejercicio y no permitas que la astenia otoñal te pare.