Desde el momento en el que una mujer se queda embarazada todo son consejos y precauciones por parte de todo aquel con el que se cruza. Estas recomendaciones sumadas a los miedos e inseguridades, sobre todo si se trata de una madre primeriza, dan lugar al resurgir de una serie de mitos y leyendas sobre el embarazo que nos han acompañado a lo largo de los años y que no dejan de ser simplemente eso, mitos. Costumbres arraigadas que han pasado de madres a hijas a través del tiempo y que nada tienen que ver con la realidad de los niños que vienen en camino.
Desde MujerdeElite queremos desmentir algunas de estas creencias que deben desaparecer de nuestra mente para disfrutar al máximo de esta dulce espera.
Si el vientre de la futura mamá está bajo, el bebé será niño, si está alto, será niña. O si la forma de la tripa de la embarazada es redonda el bebé será niña y si es puntiaguda, el bebé será varón. Esta es una creencia totalmente falsa, ya que la forma de la tripa no es indicadora del sexo del bebé, sino que su forma viene determinada por el tono muscular uterino o por la posición en la que está situado el bebé. La mejor forma de conocer el sexo del bebé es realizarse una ecografía.
Esta es una de las creencias más arraigadas y es que es común pensar que mantener relaciones sexuales durante el embarazo está prohibido porque el bebé podría sufrir con el coito. Sin embargo, sólo en algunos casos excepcionales, el médico recomienda no practicar sexo por alguna contraindicación. En el resto de casos, practicar sexo no sólo es recomendable sino que es saludable para el bebé, ya que se encuentra totalmente protegido.
Durante el embarazo hay que comer mejor, pero no duplicar la ingesta. Es cierto que durante el embarazo el cuerpo de la mujer exige más proteínas y minerales para alimentar a su feto, sin embargo, es recomendable engordar 9 kilos durante el embarazo, uno por mes. Duplicando la comida conseguirás aumentar el doble de peso, algo poco recomendable. El mejor consejo es visitar al ginecólogo, que podrá recomendarte qué y cómo comer durante tu embarazo para que éste se desarrolle correctamente.
Es este un conocido dicho popular que se queda en eso, en un simple dicho. Sí que es cierto que durante la gestación hay que tener especial cuidado en la higiene bucodental, ya que las encías de una mujer embarazada son mucho más sensibles. Es frecuente que a las mujeres embarazadas les sangren las encías. Se debe, en gran parte al mayor flujo de sangre que riega el cuerpo de la madre gestante y a los cambios hormonales, que provocan que el tejido gingival esté más sensibilizado a la placa dental. Para prevenir estas pequeñas hemorragias, conviene aumentar el consumo de vitamina C hasta alcanzar los 85 mg diarios, la cantidad mínima que deberían tomar las mujeres embarazadas. No es difícil llegar a consumir la cantidad de vitamina C recomendada, basta que consumas a diario un zumo natural de naranja y un kiwi. Esta inyección de vitamina C también resulta beneficiosa para la salud del bebé, ya que este nutriente interviene en el desarrollo óseo del feto.
Si una mujer tiene previsto quedarse en estado es recomendable que visite al dentista para hacerse un chequeo, y es que durante los meses de embarazo no será posible hacerlo con tanta facilidad por la imposibilidad de realizar radiografías a las embarazadas.
Una futura mamá no puede hacer ejercicio si no quiere que se le adelante el parto. Como tantas otras cosas, esto es totalmente falso. Practicar ejercicio moderado es muy recomendable para tu salud y para la de tu futuro bebé, ya que mejora la autoestima y te mantiene en forma de cara al parto. Tanto es así que muchos estudios afirman que practicar deporte durante el embarazo acorta el trabajo de dar a luz y favorece la recuperación postparto, este es el caso del Pilates para embarazadas.
Desmontados los mitos y leyendas más frecuentes sobre el embarazo, ficha los consejos básicos que asegurarán un embarazo feliz y saludable: