Su luz nos relaja, equilibra y llena de energía, pero además de este efecto terapéutico, las velas pueden convertir la habitación más corriente de nuestra casa en un espacio fascinante, lleno de calidez y romanticismo. Las hay de diferentes aromas, tamaños y colores. Aprende a jugar con ellas y crea tu propio santuario.
Las velas son, desde tiempos ancestrales, imprescindibles en la estética de nuestro hogar. El danzante movimiento de su llama nos relaja al tiempo que recrea un ambiente íntimo, cálido e intimista en cualquier estancia. Si sabemos colocarlas en los espacios adecuados crearán el efecto mágico deseado, además de conseguir un mayor impacto visual.
Cómo colocarlas
Si pretendemos iluminar algún rincón muy oscuro de nuestra casa, lo mejor es distribuir las velas en diferentes grupos utilizando distintos colores, tamaños y diseños.
Recuerda que en la mesa, las velas sólo se deben poner en las cenas y se encienden después de que los invitados se hayan sentado a la mesa.
Si tienes la suerte de tener una casa con jardín, no te olvides de decorarlo. Nada puede superar la calidez de un jardín decorado con velas en una noche de verano. Es muy fácil crear un pequeño mundo encantado jugando con las sombras y la distribución adecuada de las velas. Debes colocarlas junto a algo que quieras destacar, ya que la noche no refleja la luz, y la llama sólo ilumina los objetos más cercanos. Las velas de té son perfectas para iluminar caminos y crear filas pequeñas.
No olvides que las velas situadas en árboles o arbustos proporcionan una agradable sensación de intimidad y hospitalidad.
El color y el aroma adecuado
Los efectos pueden ser muy diversos según la colocación de las velas. Puedes llenar el hueco de la chimenea con ellas o situarlas sobre mesitas adyacentes. También puedes utilizarlas combinadas con espejos para acentuar su encanto o iluminar puntos de interés como cuadros, fotografías o elementos arquitectónicos.
A la hora de decorar una mesa, el protocolo recomienda los candelabros pero siempre con velas de color blanco o marfil. Sólo en determinadas ocasiones, como en Navidad, se permite el uso del color rojo.
Recuerda que las velas flotantes quedan visualmente mejor si son varias. Si tienes una cena en casa, puedes poner la bañera llena de estas velas encendidas. La idea sorprenderá a más de uno, además de crear una atmósfera muy cálida.
Las velas instaladas en una posición elevada arrojan una luz tenue a gran distancia y son perfectas para cenas íntimas, situaciones en lo que lo principal son la atmósfera y la funcionalidad.
En una casa, el aroma es tan fundamental como la decoración. Las velas perfumadas con esencias naturales son perfectas y si además se eligen siguiendo el principio de la aromaterapia, ayudarán a mejorar nuestro estado de ánimo.
Según el Feng Shui
Significan la energía Yan, es decir el entusiasmo y la vida. Según esta disciplina el lugar más indicado para colocar una vela es el sur o suroeste de una habitación; si se coloca hacia el sur vendrá la fama, el éxito y el entendimiento y se eliminarán depresiones, ansiedades y angustias. Por otro lado, una vela apuntando al suroeste provocará una mejor relajación y armonía.
La manera de encender la vela es determinante para esta filosofía, ya que el instrumento que se utilice influirá a la hora de lograr esa energía. Es mejor utilizar cerillas de madera y apagarlas con la mano o un apagador, aunque siempre es mejor dejarla encendida hasta que se consuma.