Renovar el colchón y disfrutar de un descanso reparador

Renovar el colchón y disfrutar de un descanso reparador
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Aproximadamente una tercera parte de nuestra vida la pasamos durmiendo, disponer de una superficie óptima de acuerdo a nuestras necesidades, es vital para disfrutar de un descanso reparador.

CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN COLCHÓN

Nuestra superficie de descanso debe reunir las tres características que se indican a continuación:

Firmeza

El colchón debe ser firme para evitar que la columna vertebral adopte malas posturas, pero lo suficientemente flexible para adaptarse a los movimientos.

Homogeneidad

El colchón no debe tener hundimientos para mantener un apoyo óptimo de toda la superficie corporal.

Adaptabilidad

Aún cumpliendo las dos características anteriores, el colchón debe respetar las curvas de nuestro cuerpo a fin de evitar que los músculos soporten una presión excesiva durante el descanso.

CONSEJOS ÚTILES

  1. En el caso de que tú o tu pareja tengáis una silueta robusta o se padezcan molestias de espalda, los colchones de muelles ofrecen la firmeza que necesitas.
  2. Si eres calurosa evita los colchones de látex sintético y elige aquellos que posean una funda de algodón para facilitar la transpiración.
  3. Si padeces alergias, especialmente a los ácaros, elige un colchón elaborado con materiales hipoalergénicos. Los de látex son una opción recomendable.
  4. Elige siempre el tamaño de colchón más grande que el espacio disponible permita y no escatimes en gastos a la hora de decidirte por el colchón que mejor se adapta a tus necesidades, tu salud y bienestar deben ser lo primero.
  5. Para que tu colchón se mantenga en buen estado conviene girarlo cada 3 meses y renovarlo cada 8-10 años.

El complemento ideal para tu descanso

Elegir además una buena almohada que se adapte a tus necesidades, complementará y conseguirá que el descanso sea 100% satisfactorio.

Dado que la cabeza necesita un apoyo para que la columna y el cuello conserven una postura natural y relajada, resulta ideal escoger una almohada flexible y no demasiado gruesa que evite posiciones forzadas.

Las almohadas de látex de dureza intermedia son muy recomendables, se adaptan perfectamente a la forma y peso de la cabeza, con la ventaja de que no anidan ácaros.