Los ingredientes básicos de una vinagreta son el aceite, el vinagre y la sal, pero limitarnos a añadir este simple aliño a nuestras verduras y hortalizas puede resultar de lo más aburrido. ¡Hay tantas posibilidades! que las vinagretas han llegado a ocupar un lugar destacado en la cocina más actual. Especias, zumos de cítricos, frutos secos, mostaza, miel o yogur son algunos de esos ingredientes secretos capaces de transformar el aliño básico en una vinagreta espectacular que realce el sabor de los distintos alimentos y que cree platos absolutamente innovadores.
Es difícil establecer la proporción correcta que ha de tener este aderezo porque el gusto personal es un factor determinante. Aún así se puede determinar una medida básica de una porción de vinagre por cada tres de aceite, siempre teniendo en cuenta que si te gusta el sabor fuerte y ácido del vinagre podrás optar por una regla de dos por tres.
Otro detalle importante en este tipo de recetas es conseguir una adecuada emulsión, es decir, siempre tendrás que batir (con más o menos intensidad) los dos componentes básicos para que queden bien mezclados y ligeramente fusionados. La vinagreta debe ser una salsa con una mayor o menor densidad pero nunca presentarse totalmente líquida.
Por último tendrás que tener en cuenta la gran variedad de vinagres y los distintos tipos de aceite que actualmente tienes a tu alcance y elegir siempre el más adecuado para cada una de tus "creaciones".
Hay vinagretas para todos los gustos y para distintos tipos de ensaladas y platos. Aquí tienes algunas ideas. Se trata de buenas combinaciones que tu podrás adaptar a tus preferencias modificando algunos ingredientes si lo consideras oportuno. No tengas miedo, prueba, rectifica y experimenta hasta crear tu propia receta con la que sorprender con ese toque "diferente" que personalice tus platos.
Perfecta para ensaladas, verduras, carnes asadas y carpaccios. Un toque innovador, que en su momento supuso una auténtica revolución en la cocina.
Emulsionar en un bol con tenedor o batidora. Dejar reposar unos minutos antes de servir.
Condimento perfecto para una suculenta ensalada de arroz y para pescados blancos hervidos o al vapor.
Emulsionar en un bol con tenedor.
¡Idea! Otra estupenda sugerencia, especialmente recomendable para dar un toque más jugoso al salmón o palometa ahumados, es condimentar el aceite y el vinagre con eneldo. Les dará un sabor único y sorprendente.
Original, nutritiva, sabrosa y perfecta para conseguir un nuevo aire en una ensalada tradicional o un toque diferente en una sana parrillada de verduras.
Emulsionar en un bol con tenedor.
Suave, aromática y muy versátil ya que te valdrá tanto para ensaladas verdes como para condimentar otras sugerencias veraniegas, especialmente las ensaladas de pasta o las de pollo entre otras.
Mezcla primero la ralladura del limón con el zumo, el aceite y el vinagre hasta emulsionar. Añade al final las hojas de albahaca si son frescas para evitar la oxidación y la pérdida de aroma. Si te apetece puedes incorporar también un diente de ajo en daditos diminutos.
Perfecta para pescados azules (caballa, jureles, sardinas). Esta receta es una combinación entre vinagreta y escabeche que puede tomarse fría o templada.
Dora la cebolla y los ajos en el aceite. A continuación añade el agua y el vinagre. Cuando empiece a hervir incorpora el pimentón, un poco de sal y el laurel.
Puedes verter la vinagreta en un pescado ya cocinado (dejándolo reposar para que macere ligeramente y "coja sabor") o bien guisarlo unos minutos en esta salsa. Si la quieres con un toque picante añade, además, unos granos de pimienta negra.
Una receta original para aprovechar el jugo que sueltan los pimientos al asarlos.
Utiliza el jugo de un pimiento asado (el agua que queda en su interior) y mézclalo con:
Recomendable para ensaladas verdes y para platos de pasta.