El cuerpo del hombre está cargado de puntos de alto voltaje… con solo rozarlos ¡caerán rendidos a tus pies! Estas zonas son los denominados puntos erógenos, zonas especialmente sensibles y placenteras. Tú ya sabes dónde están tus puntos erógenos y cómo hay que trabajarlos, pero… ¿y los de él? Es muy importante que descubras sus secretos corporales, de esta manera, conseguirás que llegue al clímax a través de mordiscos, besos, caricias… sin necesidad de penetración. No dejes que tu chico base su sexualidad únicamente en los genitales ¡su excitación no será la misma que utilizando el resto del cuerpo! ¿Preparada para sacar tus armas de mujer? Atenta, ¡te desvelamos los 7 puntos erógenos masculinos para que puedas excitarle como nunca!
¡Cómele a besos! Lánzate a la yugular de tu chico cuando menos se lo espere, combina besos con caricias y pequeños mordisquitos… ¡Le harás enloquecer! El arrebato adolescente les hace perder los papeles, y si encima es en el cuello, no podrán resistirse. De esta manera, encenderás su mecha, sin hacer que explote de inmediato… ¡El resultado puede llegar a ser muy satisfactorio!
Para algunos chicos puede resultar una zona altamente placentera. Con solo ver tus labios cerca de su pecho estará con la libido a flor de piel. Besos, caricias, pequeños chupetones… todo vale para ponerlo a mil sin pasar por sus genitales: puedes jugar con sus pezones, recorrerlo con suaves y tiernos besos… Es una forma muy sutil de ponerle como una moto. ¡Arderá de placer!
Una vez tengas su pecho a punto, ve bajando suave y lentamente hacia el abdomen. También es una parte muy "hot" de la anatomía masculina. Puedes toquetear inocentemente entre el ombligo y el pubis, mediante sensuales caricias. Prueba con la lengua, los dedos, los labios… pero sin llegar más abajo. ¡Se pondrá cardíaco viendo como te acercas a su pene sin llegar a tocarlo! Insinúa al máximo.
Puede resultar una zona muy excitante, capaz de ponerlo a mil en un momento. Este área contiene muchas terminaciones nerviosas que se pueden estimular con una sola caricia. Prueba a lamer, besar o mordisquear el lóbulo… ¡invítale a gozar del placer más intenso!
Esta parte de su cuerpo puede provocar un placer inimaginable en tu chico, pues está cargada de amplias zonas sensitivas que aumentan el deseo sexual con una simple caricia. Puedes deslizar las yemas de tus dedos con suavidad sobre ellos, pero si quieres provocarle el orgasmo, pon tu índice sobre el rafe escrotal y muévelo como si te rascases el cogote, pero suave. ¡La eyaculación será instantánea!
Es la zona comprendida entre los órganos genitales y el ano. Es un área que reacciona muy bien a la presión de los dedos o a las caricias circulares, es muy sensible. Acaricia, besa o da suaves golpecitos con la lengua sobre el perineo… ¡provócale placeres extremos! De hecho, la forma de evitar el famoso gatillo es lamiendo esta zona.
Su punto G es la próstata, descúbreselo y llévale al éxtasis. La forma de estimularlo es a través del ano o del perineo. Deberás olvidarte de los tabúes y hacer que tus dedos se vuelvan más juguetones que nunca. Introdúcelos en el ano y excita su punto G con movimientos circulares con la yema de los dedos, las más atrevidas podéis usar la lengua. ¡Llévale al séptimo cielo!
¡Ya sabes cuáles son las zonas más calientes de tu chico! Estás preparada para excitarle como nunca y llevarle al clímax sin rozar su pene… ¡Descúbrele un mundo nuevo lleno de sensaciones placenteras!
¡Arderá de placer si sabes dónde y cómo tocar!
¿Cómo tocar su punto G, su cuello o sus testículos? ¡Aprende a hacerlo y le harás perder el control!
Los puntos erógenos son zonas especialmente sensibles y placenteras.
¡Descubre un mundo nuevo lleno de sensaciones placenteras!