Si no estáis pasando por vuestra mejor época en lo que a vuestra vida íntima se refiere, quizá haya llegado el momento de recurrir a algún complemento natural que os haga superar la falta de deseo sexual.
En este sentido, existe un potente afrodisíaco tradicional de los mayas de América central que ejerce una importante acción revitalizante: la damiana. A continuación detallamos sus propiedades y beneficios.
Las cápsulas de damiana, solas o combinadas con ginseng, son un buen remedio frente a la falta de impulso sexual y la impotencia pasajera.
Para tratar la astenia sexual, hierve en el contenido de un vaso de agua, media cucharada de hojas secas de damiana y otra media de una mezcla de romero, canela y vainilla. Deja reposar, filtra y toma medio vasito a media tarde y el resto antes de irte a dormir.
Gracias a su acción tonificante y ligeramente euforizante, la damiana mejora el equilibrio mental y físico. Sola o combinada con ginseng y própolis, es un recurso eficaz frente al desánimo, la debilidad y el agotamiento nervioso, causantes en muchos casos de la inapetencia sexual.
Algunos fitoterapeutas recomiendan tomar damiana cuando se sufren pequeñas pérdidas involuntarias de orina, ya que esta planta mejora la contracción de los músculos.
Por otra parte, la riqueza en arbutina y timol de la damiana, la convierten en un gran diurético y antiséptico urinario, siendo especialmente útil en caso de cistitis, uretritis y prostatitis.
La damiana es un excelente remedio para calmar el dolor de cabeza asociado a la menstruación, ya sea en infusión o en extracto. También se toma para calmar el dolor del período y tratar los retrasos de la regla.
No tomes damiana en caso de embarazo y lactancia. Tampoco si sufres ansiedad, insomnio o taquicardias, ya que el efecto estimulante de esta planta podría empeorar los síntomas.