Es primordial que siempre que te expongas al sol lo hagas con protección solar. Aplica la crema media hora antes de exponerte al sol, con la piel seca. No escatimes y utiliza una cantidad suficiente.
Para asegurar la barrera de protección, repite la aplicación cada 2 horas. Si te bañas y la protección que has empleado no es resistente al agua, reaplica de nuevo al secarte.
Evita la exposición al sol entre las 12 y las 16 horas ya que es la franja horaria en la que el sol es mucho más nocivo para nuestra piel puesto que incide más directamente.
¡Consejos!
No te expongas a los rayos de sol durante horas el primer día, comienza con 10 minutos y ve aumentando el tiempo paulatinamente sin sobrepasar las dos horas continuadas de exposición.
Después de un día de playa te recomendamos una ducha de agua fría y la aplicación de una crema hidratante refrescante, o aún mejor, un bálsamo específico para después del sol.