
No tienes que complicarte demasiado para que una cena con amigos en casa sea un éxito seguro. Aprovecha las temperaturas agradables y prepara algunas tapas variadas, capaces de conquistar a todos los paladares.
Buenas ideas para disfrutar de propuestas deliciosas cada uno "a su aire" son:
Hierve en abundante agua con sal 1 kg. de mejillones (para unas 6 personas) junto a media cebolla y una hoja de laurel. Cuando estén abiertos, separa las valvas del propio mejillón y resérvalas.
Haz un sofrito con media cebolleta, unas tiras de pimiento y unas rodajas de zanahoria. Trocea los ingredientes en pequeños cuadraditos y pásalos por aceite con una cucharada de tomate triturado. Tras unos minutos, trocea también el mejillón e incorpóralo al sofrito. Añade sal y pimienta al gusto.
Rellena cada una de las valvas con la mezcla y cubre con masa de hojaldre (fresca o congelada). La masa será la cobertura de cada uno de estos "tigres". Introduce unos minutos en el horno precalentado a 180º y cuando veas el hojaldre dorado y crujiente tendrás lista tu tapa.
Pon a hervir unas patatas, bien lavadas previamente y con piel (calcula media por comensal). Pasados unos 15 minutos, retíralas del fuego y pártelas en dos mitades. Con ayuda de una cuchara, ahueca cada mitad (tendrás que eliminar un poco de patata). En el interior, coloca una anchoa enrollada junto a unas tiras de pimiento rojo asado (de bote).
Remata con una cucharada de alioli y un poco de perejil picado. ¡Sencillo y sabroso!
En lugar de tostas, prepara unos deliciosos biscotes (más pequeños y ligeros) con estos tres ingredientes que combinan a la perfección proporcionando un sabor de lo más exótico.
Trocea una morcilla (de cebolla) eliminando la piel. Sofríela en sartén con unas cucharadas de aceite de oliva junto a media cebolla picada muy fina y un diente de ajo (proporciones para unos 4 comensales). Pasados unos minutos, retira la sartén del fuego, agrega un generoso chorretón de miel y espolvorea unos cominos en grano. Prepara los biscotes y sirve.
Seguro que sorprendes con esta original propuesta que te llevará apenas unos minutos de preparación.
Coloca sobre una rebanada de pan fina una loncha de queso brie. Calienta en horno (o microondas) unos minutos hasta que el queso esté suave y ligeramente fundido (no demasiado). Saca el pan y coloca sobre el queso unas láminas de fresa (la fruta cortada). Si quieres espolvorea con un toque de azúcar moreno y albahaca.
Puedes preparar esta receta con antelación y tenerla lista para cuando lleguen tus invitados. Adereza con sal y pimienta unas pechugas de pollo (finas). Extiéndelas y coloca en cada una de ellas una loncha de queso fundente y una de jamón york (también puedes hacerlas con jamón serrano).
Enrolla las pechugas y átalas con ayuda de unos palillos. Pasa por huevo y pan rallado y fríelas en abundante aceite de girasol.
Termina de hacerlas en horno a 200º unos 15 minutos.
Puedes prepararlas con antelación y una vez frías, partirlas en rodajas (recuerda quitar los palillos). Preséntalas en una fuente con salsas variadas (barbacoa, césar, ketchup...)
Un clásico que nunca falla. Ficha estos consejos para conseguir un resultado perfecto:
Un truco para que el pulpo quede mucho más tierno consiste en añadir al agua donde se cocerá, un trocito de mimbre de cualquier cesto que tengas en casa. Verás lo tierno que queda. Si lo prefieres, conseguirás romper las fibras del pulpo y que quede muy tierno si antes de cocerlo lo congelas. Introdúcelo en una bolsa de plástico y llévalo al congelador durante 24 horas. Después, deja que se descongele sobre una rejilla y estará listo para cocinar.
Prepara una mesa alegre y funcional, decide el lugar que ocuparán tus invitados en la mesa y disfruta de la velada con todas estas apetecibles propuestas, ¡verás qué éxito!