Las novias dedican muchos meses para organizar el evento más importante de su vida, su boda. Cada novia es única y cada tratamiento de belleza también, por eso es tan necesario tener en cuenta el estilo de la ceremonia, vestido, zapatos, tocado… y adaptar el maquillaje y peinado al look que quieren transmitir y con el que se sentirán cómodas e identificadas.
Sin embargo, son dos los tratamientos que están causando furor entre las novias, ya que hará que brillen como nunca en su gran día: maquillaje con aerógrafo y extensión de pestañas.
Usar el aerógrafo sólo tiene ventajas: la textura, la duración y la uniformidad del maquillaje. Proporciona un acabado difuminado al instante y una fijación inmediata. Cubre cualquier tipo de imperfección (manchas, rojeces, arrugas, venitas…) sin que se vea rastro del producto.
El resultado es sencillamente perfecto, la piel consigue un aspecto natural y aterciopelado con un acabado mate. No mancha y puede aguantar hasta 24 horas sin necesidad de retoques. ¿Alguien da más?
Con esta técnica, que se aplica pelo a pelo sobre la pestaña natural, se logra un efecto de ojo maquillado las 24 horas del día, ¿a que suena bien? Se realiza de 1 a 5 días antes de la boda y el resultado son unas pestañas maquilladas con más espesor, más volumen y de la largura que tú elijas, potenciando la sensualidad de la mirada. ¿Lo mejor? Si la emoción en tu gran día hace que las lágrimas broten de tus ojos, como no necesitas máscara de pestañas, el maquillaje no se corre ni se mancha.