En Navidad, las comidas y cenas familiares no son las únicas protagonistas, los regalos se convierten en una pieza fundamental para sorprender a los seres queridos y especialmente a los más pequeños de la casa. Es por ello que una de las cuestiones más frecuentes entre los padres, tíos o abuelos, suele ser la tradicional pregunta: ¿qué tipo de juguete es el más adecuado para los niños?
Para el niño, jugar y vivir son la misma cosa. Mediante el juego se desarrollan en todos los niveles y cualquier cosa puede convertirse en un juego para ellos. Los juguetes, además de ser un medio de distracción y de entretenimiento para los pequeños, deben estar bien utilizados para estimularlos en mayor medida y favorecer así los procesos de aprendizaje. Con esta finalidad la psicóloga infantil Silvia Álava ofrece unos consejos prácticos y unas recomendaciones de juguetes ideales para los niños según su edad.
Los juguetes para los más pequeños de la casa no son más que un instrumento que ayuda al niño a madurar y ser feliz, ya que para que se desarrolle física y mentalmente necesita el juego. Elegir los juguetes adecuados no siempre es tarea fácil, pues además de que han de servirle para estimular sus sentidos y su imaginación, tienen que adaptarse a las necesidades del pequeño de acuerdo a su edad. Los primeros seis años del desarrollo infantil son fundamentales. En esta etapa es cuando más atención se tiene que poner en los regalos que hacemos a los menores. La elección de los juguetes ha de ir acorde a la edad del niño. Según va creciendo no solo cambian sus gustos, sino que se adquieren toda una serie de habilidades y destrezas.
Desde su experiencia, Silvia Álava conseja juegos para estimular la percepción sensorial, la manipulación o la coordinación de movimientos de los más pequeños:
Cuando los pequeños van creciendo, otros juguetes son más acordes para seguir despertando el interés del niño y fomentar su desarrollo físico e intelectual:
Los juguetes tradicionales son importantísimos para favorecer una correcta estimulación en el niño. En opinión de la experta, “los niños están inmersos en un mundo tecnológico; por eso, no podemos pretender que no tengan juegos de este tipo, pero sí regular su uso y no permitir que solo jueguen con ordenadores, tabletas y videoconsolas”. Así, los padres deben limitar el uso del ordenador o la videoconsola. Es bueno evitar que los niños empleen todo su tiempo de diversión en juegos electrónicos; de hecho, los bebés no deberían jugar con tabletas u ordenadores.
Otro dilema importante es si se deben comprar juguetes en función del sexo del bebé. Según la psicóloga, los juguetes no tienen que estar determinados por el género. “Cada niño puede jugar con el juguete que elija, sin olvidar que jugar es sinónimo de diversión; así, si un niño quiere jugar con una muñeca o una niña con un camión, los padres no deben favorecer en ellos prejuicios sexistas”. Y es que, no podemos olvidar que a través del juego los niños aprenden valores importantes para su correcto desarrollo tanto individual como grupal.
En España nos pasamos con los regalos que hacemos a los niños en Navidad. Y es que según las estadísticas más del 80% de los peques españoles reciben por lo menos cinco regalos en estas fechas. Una cantidad que, desde Nemomarlin, la Red de Escuelas infantiles, se ve desproporcionada y poco educativa. "Desde luego, en esta época somos más permisivos y regalamos más juguetes a los niños de lo que se debería. Factores como el ambiente navideño o la continua publicidad contribuyen a ello, no debemos olvidar que el 70% de todas las ventas anuales de juguetes corresponden a esta época. Los juguetes son un instrumento eficaz para el desarrollo del niño, para su diversión, su aprendizaje…, por eso, es bueno regalarles juguetes, pero sería preferible que no fuera de forma excesiva", subraya Myriam García de Arboleya, Directora Psicopedagógica de Nemomarlin.
Y es que aunque a la mayoría de los padres y madres les compense regalar a sus hijos por ver sus caras de ilusión y felicidad, el exceso de presentes es negativo para una buena educación. "En el mercado, la oferta de juguetes es tan grande y variada que es muy difícil decidirse por el más adecuado. Pero sin duda es adecuada la expresión popular "más vale poco y bien elegido que mucho y revuelto". Es tan malo que no reciban nada como que lo reciban todo. No podrán asimilar ni entender las normas ni los límites y tendrán una baja tolerancia a la frustración", comenta García de Arboleya.
Es aconsejable no olvidar el fin de hacer un regalo a un hijo o nieto. "El juguete debe ser deseado por el niño. Un regalo a un niño sólo merece el calificativo de juguete si apoya y potencia el juego del niño. Jugar es la actividad fundamental en el desarrollo de los niños y la característica del juego es que nos proporciona placer. En los dos primeros años de vida el juego ejercita los esquemas sensorio-motores que va logrando: escuchar, observar, golpear, insertar, derribar, etc.. y todas sus combinaciones. Los juguetes proporcionan intensidad y seguridad a la exploración que los niños realizan de cuanto les rodea. A esta edad no pueden valorar el regalo en sí, lo que sí pueden es, a través del regalo y el juego descubrir el amor que sus padres sienten hacia ellos", afirma Myriam García de Arboleya.