El 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, la segunda causa de muerte en España (la primera en mujeres), la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año 110.000-120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, de los cuales un 50% quedan con secuelas de discapacidad o fallecen. Actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber sufrido un ictus.
Aunque en los últimos 20 años, la mortalidad y discapacidad por ictus ha disminuido, gracias a la mejora en la detección precoz de los síntomas, en el control de los principales factores de riesgo y en la introducción de nuevas medidas terapéuticas, como las Unidades de Ictus, la trombólisis o la trombectomía mecánica, su incidencia sigue aumentando. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima en que los próximos 25 años su incidencia se incrementará un 27%.
"Un ictus es un trastorno brusco en la circulación sanguínea del cerebro que puede ser producido por oclusión arterial (el 85% de los casos) o por hemorragia (el 15%)", explica la Dra. María Alonso de Leciñana, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología. "Puesto que el cerebro necesita un aporte constante de oxígeno y nutrientes, que le llegan a través de la circulación sanguínea, el daño cerebral que produce un ictus depende en gran medida del tiempo que dura este trastorno y de la zona que se haya visto afectada. Por lo tanto, saber identificar los síntomas para acudir cuanto antes al hospital, puede ayudar mejorar significativamente el pronóstico de esta enfermedad".
Teniendo en cuenta que por cada minuto en el que una persona sufre detención o disminución de la circulación de sangre en el cerebro se pierden 1,9 millones de neuronas y 14 billones de conexiones neuronales, y que una hora supone un envejecimiento cerebral de 3,6 años y una pérdida de 120 millones de neuronas, el ictus es siempre una urgencia médica. Por ello, ante los primeros síntomas de ictus debe llamarse inmediatamente al 112 y no trasladar al paciente por medios propios al hospital o al centro de salud. Los beneficios del Pilates, la mejor técnica para un cuerpo 10 y una mente sana
Los síntomas del ictus generalmente se producen de forma brusca e inesperada y, aunque su tipología depende del área del cerebro que se vea afectada, los principales son:
"La gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas. No obstante, con solo experimentar uno de ellos, ya es motivo de urgencia", señala la Dra. María Alonso de Leciñana. "Una de las claves para el éxito en la atención del ictus es la rapidez con la que se detectan sus síntomas iniciales y se contacta con el sistema de emergencias. La otra, sin duda, es la prevención".
El 90% de los casos de ictus se podrían evitar con una adecuada prevención que pasa por la corrección y tratamiento de los factores de riesgo modificables: hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, tabaquismo, obesidad, vida sedentaria, consumo de alcohol, terapias hormonales y enfermedades cardiacas previas. "Generar el hábito de control de la tensión arterial, el peso, de la cintura abdominal y llevar a cabo un estilo de vida sano, que pasa por el abandono del tabaco y el consumo moderado de alcohol, reducir peso, hacer ejercicio y reducir la sal en las comidas, serían los principales consejos", destaca la Dra. María Alonso de Leciñana.
"En todo caso, cuando hablamos de prevención hablamos tanto de llevar a cabo medidas para prevenir esta enfermedad en personas que no lo han sufrido hasta el momento, mediante hábitos de vida saludables, como para evitar que el ictus se repita. No hay olvidar que el hecho de haber sufrido un ictus, es un factor de riesgo para poder sufrir un segundo. Por lo tanto, estas personas, deben seguir un tratamiento farmacológico adecuado". La edad es otro factor de riesgo, ya que la incidencia del ictus aumenta considerablemente a partir de los 60-65 años: un 5% de los mayores de 65 años de nuestro país han tenido un ictus. No obstante, el ictus, puede aparecer a cualquier edad: un 0,5% de todos los ictus se producen en personas menores de 20 años. Además, en los últimos 20 años ha aumentado un 25% el número de casos de ictus entre las personas de 20 a 64 años.
En los últimos 15 años, el número de pacientes atendidos en hospitales del Sistema Nacional de Salud (SNS) por enfermedades cerebrovasculares ha aumentado un 40%, lo que ha hecho que las enfermedades cerebrovasculares sean ya la octava causa de hospitalización. Actualmente, es la entidad neurológica que mayor número de ingresos hospitalarios genera en España -el 70% de los ingresos neurológicos- y una de las patologías que requieren de mayor estancia hospitalaria y, consecuentemente, de mayor coste para los sistemas sanitarios. El ictus, es responsable del 3-6% del gasto total sanitario.
Para evitar padecer esta grave enfermedad, una de las partes de nuestro cuerpo que debemos cuidar es nuestra boca, factor clave para reducir su riesgo. La boca es una de las partes del cuerpo por donde puede entrar el mayor número de patógenos. Estar atentos a cualquier enfermedad bucodental es clave para no padecer patologías mucho más graves. “Numerosas investigaciones señalan una relación directa entre la salud oral y determinadas afecciones cardíacas”, afirma el odontólogo Iván Malagón.
Estudios científicos han relacionado ciertas bacterias que se encuentran en la boca como posibles factores de riesgo para los accidentes cerebro-vasculares. Se ha analizado la relación entre los ictus causados por hemorragias cerebrales y la presencia de la bacteria S. Mutans.
Los resultados de estudios recientes han recalcado que en un 26% de los pacientes que habían sufrido este tipo de ictus contaban con la presencia de esta bacteria, mientras que en los otros tipos de esta patología solo estaba presente en un 6% de ellos.
El estudio también analizó las microhemorragias cerebrales, donde se comprobó que éstas crecían significativamente en las personas que portaban esta bacteria. Esto es debido a que estos organismos se adhieren a los vasos sanguíneos, que se debilitan con la edad, y la presión sanguínea aumenta, lo que desemboca en hemorragias.
La bacteria S. Mutans está presente en aproximadamente un 10% de la población, y es una de las culpables de la aparición de caries, un problema bucal muy común en la sociedad que si no se trata puede desembocar en algo grave.
Durante los últimos días hemos sabido que Jorge Javier Vázquez sufrió un ictus y un aneurisma cerebral. El famoso presentador de Mediaset fue ingresado el pasado 16 de marzo y, tras la operación, evoluciona favorablemente y ya se encuentra en su casa recuperándose. Un suceso que ha saltado a la palestra informativa para recordarnos a otros famosos que han sido víctimas de un episodio similar y concienciar acerca de la dolencia.
En concreto, los aneurismas se producen cuando la pared de una arteria del cerebro se ensancha anormalmente adquiriendo, en ocasiones, el aspecto de una cereza. El problema viene cuando ese aneurisma se rompe. Es entonces cuando se convierte en una amenaza y requiere de una intervención médica inmediata.
Afectan en mayor medida a mujeres que a hombres y son más comunes en adultos entre 35 y 65 años. La mayoría, de hecho, se desarrollan a partir de los 40, pero también pueden afectar a niños. Además, se estima que el 15% de los pacientes diagnosticados tendrá más de un aneurisma a lo largo de su vida, según nos cuentan desde Acierto.com
En cuanto a los síntomas de la rotura de un aneurisma con frecuencia incluyen dolores de cabeza muy agudos y súbitos, náuseas y vómitos, rigidez en el cuello, visión borrosa, sensibilidad a la luz, convulsiones, pérdida del conocimiento, caída de un párpado y confusión. También pueden darse ciertas señales si tenemos un aneurisma sin rotura más grande de lo habitual, que haga presión; como entumecimiento de un lado de la cara, cambios en la visión, pupilas dilatadas y dolor detrás de los ojos.
A continuación, algunos famosos que han sufrido aneurismas cerebrales: