¿Te has visto alguna vez con prisa y no has tenido tiempo de lavar tu pelo? ¿Te han llamado para una entrevista a última hora y te ha pillado de imprevisto? ¿Te ha surgido una cena y no tienes tiempo de ir a casa para arreglar tu cabello? Seguro que incluso te has despertado tarde algún día y solo has tenido tiempo de darte una ducha rápida. Para estas ocasiones, el champú en seco puede ser nuestro aliado y un recurso inmediato.
En los últimos años el champú seco ha cobrado protagonismo entre los productos destinados a la higiene y cuidado del cabello. Y ahora en verano, se convierte en un gran aliado.
En esta época del año muchos agentes externos como los restos de sal, el cloro, el sudor o la altas temperaturas pueden dejar el cabello graso y dañado. La solución ideal para limpiar, matificar y dar volumen nos la ofrece el champú en seco, porque permite prolongar el tiempo entre lavados y si llevas algún tratamiento capilar (queratina, ácido hialurónico, tintes de tonalidades intensas y delicadas…), conseguirás una mayor duración.
En aquellos momentos en los que su uso puede ser un verdadero auxilio para nosotras, en todos esos momentos en los que necesitamos que nuestro pelo se vea limpio y no podemos lavarlo de forma tradicional. La principal razón por la que existe el champú en seco es para salvarnos de situaciones complicadas. Y por eso está dirigido para todo tipo de cabellos (según su formulación), ya sean grasos, normales, rubios…Seguro que te sientes identificada con muchas de estas situaciones:
Para estos casos: aplica un poco de champú en seco y ¡listo! Por este motivo lo mejor que podemos hacer es llevar una versión pequeña de estos champús en nuestro bolso, para tenerlo a mano siempre que lo necesitemos y mejorar el aspecto del pelo si de repente lo encontramos apelmazado, sobre todo en aquellas melenas cuyo pelo sea graso.
El champú seco actúa sobre el exceso de grasa eliminándola desde las raíces, manteniendo el cabello con aspecto limpio en cualquier situación, prolongando el tiempo entre lavados. A continuación, detallamos todas sus ventajas:
Es importante que sepas que en ningún caso el champú en seco es un sustituto del lavado de pelo formal. Puede ayudarnos a mantenerlo con buen aspecto durante más tiempo, pero su uso excesivo puede ser contraproducente.
El champú en seco es capaz de absorber la grasa que hace que nuestro pelo se vea aceitoso, gracias a su fórmula de polvo y secado rápido, pero, si tienes la oportunidad de lavar tu pelo con agua y champú, no lo reemplaces por el uso de champús en seco. El lavado normal es la única forma de eliminar el exceso de graso o sebo que genera nuestro pelo y los residuos y polución adquiridos.
El resultado de abusar de los champús en seco es una mayor suciedad del pelo y del cuero cabelludo, que puede terminar por bloquear los poros capilares y dificultar el crecimiento natural del cabello. Incluso puede causar una inflamación del cuero cabelludo. Por eso te recomendamos que los uses solo cuando necesites una forma fácil y rápida de conseguir que tu pelo se vea limpio y natural y te sea imposible lavarlo de forma normal.