La pintura de pizarra es una pintura al agua, con un excelente acabado liso, elevado rendimiento, poder de cobertura, elasticidad y secado rápido, para convertir paredes en pizarras. Disponible en colores verde y negro, funciona como una pizarra normal con la ventaja del ahorro de espacio y de la libertad de pintar o escribir a lo grande, ¡sin límites!
Esta nueva tendencia en pintura no es solo una buena idea para la habitación o el cuarto de juegos de los niños, también es práctica para la cocina (lista de la compra, recetas, anotaciones) e incluso para el ámbito laboral (calendarios, apuntes).
Si os animáis a pintar vuestro hogar o vuestra zona de estudio o trabajo con este tipo de pintura, y dependiendo de la base donde vayáis a pintar, es necesario una actuación previa para asegurar la correcta aplicación de la pintura. La pintura de pizarra también puede usarse en muebles y puertas consiguiendo así un toque original y divertido.
La pintura imantada es una pintura con base acuosa que, una vez aplicada, permite la adhesión de imanes gracias a las partículas ferromagnéticas que incorpora. Las paredes pintadas con este tipo de pintura, pueden recubrirse con otras pinturas plásticas de color, esmalte acrílico al agua e incluso con pintura de pizarra consiguiendo, de este modo, paredes de pizarra magnéticas.