Comenzamos nuestra ruta adentrándonos en el corazón medieval de Limerick, donde nos encontramos con esta fortificación que desde hace 800 años es importante testigo del devenir de esta ciudad situada a orillas del majestuoso río Shannon. Considerado como uno de los castillos más intactos de toda Irlanda, desde aquí podrás observar una panorámica fabulosa del río y conocer, gracias a sus exposiciones interiores, la historia del importante asedio de Limerick que tuvo lugar en 1690.
Al extremo de la costa de Antrim nos encontramos con este enclave cargado de misterio. Según cuenta la leyenda, la cocina del castillo se derrumbó en una noche de tormenta en el año 1639. Con unas vistas increíbles, cumple con el prototipo perfecto de fortificación medieval con sus historias cargadas de rebeliones y desastres, más ese toque místico con sus sirenas y “banshees” (espíritus femeninos que presagian la muerte).
Esta fortaleza del condado de Cork, levantada sobre estructuras de madera del siglo X, guarda una atracción cuanto menos curiosa. Besa la piedra de Blarney y adquirirás el don de la elocuencia, o poder de la palabra. Esta hipótesis la convierte en anhelo de todo tipo de personalidades, ya sean políticos, maestros de la literatura o estrellas del cine mundial. Por supuesto, déjate asombrar por su entorno rodeado de profundidades boscosas, extrañas formaciones de rocas o por el flujo lento de su río.
Si te apasiona el mundo del cine, debes saber que éste fue el lugar elegido por Mel Gibson para rodar Braveheart. Desde entonces se ha convertido en un interesante reclamo tanto para cinéfilos como para curiosos. Esta impresionante fortificación anglosajona del siglo XII sobresale por su enorme torreón, una torre de 20 caras protegida por un foso y una muralla. Un lugar sin duda fascinante que se erige sobre el pasto verde del condado de Meath y las aguas del río Boyne.
Un sitio mágico y cargado de romanticismo en el condado de Donegal, a los pies del Parque Nacional de Glenveagh, una de las áreas más bellas del noroeste de Irlanda. Levantada en 1873, esta edificación de granito rodeada de paisajes pintorescos esconde muchas historias desde que se asentara su primer dueño, el rico terrateniente del condado de Laois, John George Adair. No es de extrañar que, por ejemplo, personalidades de antaño como Greta Garbo y Marilyn Monroe pudieran haberse alojado aquí.
Una fortaleza en el condado de Fermanagh que difiere del típico uso que por ejemplo se hacía de las fortificaciones de época medieval. Construido en el siglo XVIII, actuaba como mansión campestre y sirvió de residencia de los condes de Belmore, todo ello en una enorme extensión ajardinada a las afueras de Enniskillen. Un rincón que rebosa exclusividad, con su ostentoso interior de la época de la Regencia, un grandioso salón ovalado y un “dormitorio principal” decorado exclusivamente para una visita que el rey Jorge IV hizo a la finca en el siglo XIX.