¿Quieres brillar con el glamour de los astros del celuloide? Las actrices más copiadas tenían su propio estilo: sexy, salvaje, recatado, elegante, clásico o andrógino, pero siempre "chic". Te contamos las claves para conseguir algunos de los secretos de la eterna Grace Kelly.
La actriz-princesa cuya vida de novela se aderezaba con un halo de elegancia natural, rodeada siempre por los representantes más exclusivos de la jet set internacional, sigue reinando desde el más allá, dictando a los creadores cómo conferir a la mujer de una feminidad delicada y glamourosa sin perder el esplendor de las décadas pasadas.
En ella se mezclaban la practicidad estadounidense del "american way of life", país que la vio nacer, crecer y triunfar, con el chic de la Europa decadente, donde la bellísima, diva primero y miembro de la realeza después, creó su familia y gobernó con la majestuosidad de una diosa.
Su peculiar manera de vestir, mezclando lo clásico con lo rompedor consiguió convertirla en una verdadera musa atemporal de la moda. Un icono que traspasa décadas.
CARRÉS DE SEDA
Por el día elegía
pañuelos de Hermés en toda la gama del Pantone y con todos los motivos y temas de la Historia Universal. Abstractos, con motivos art-decó, de animales, selvas o lugares del universo.
Los maravillosos
carrés de seda de la "maison" francesa de maletas y complementos servían a la princesa para proteger sus cabellos del sol, cuidar su garganta del frío o para ser anudados como simple adorno de cualquiera de sus complementos, bolsos, cinturones, vestidos.
Grace era una verdadera fanática de los
foulards con más fama dentro del mundo de la moda.
Tanto es así que la denostada aunque admirada, emperatriz del universo fashion en los tiempos que corren, Anna Wintour, editora del Vogue USA, se confiesa totalmente adicta a una prenda que es según sus propias palabras "práctica, versátil y elegante de modo inherente".
EL PODER DE LO GRANDE: GAFAS Y BOLSOS
Otro de los básicos de Grace Kelly eran las
gafas de sol, que elegía enormes, los vestidos tipo túnica, tan de moda en los 70 y los grandes bolsos con herrajes de inspiración joya.
No por nada la casa de alta costura favorita de la dama, Hermés, bautizó a uno de sus bolsos estrella, que hoy sigue editando con diferentes materiales, con el nombre de la princesa. Es el mítico
Kelly de Hermés.
La
ropa de ballet fue otra de sus grandes fuentes de inspiración: tules, sedas, organdiles y el rosa clarito casi blanco de las bailarinas rusas enamoraban a la bella princesa, que en repetidas ocasiones pidió a los modistos esta clase de diseños.
SU PEINADO
La princesa Grace lucía un
rubio platino cortado a la altura del mentón, más largo lo consideraba vulgar y poco favorecedor para las mujeres de tez clara y usaba poco maquillaje, aunque admiraba los labios pintados en color rojo sangre.
Por las noches se decantaba por sinuosos
vestidos de noche muy ceñidos, en satén, raso, organza y seda. Su color favorito para las grandes ocasiones era el negro, seguido del rosa claro y el azul.
Los vestidos vaporosos ceñidos al talle en
colores pastel llenaban sus armarios. Chanel era su modista ideal para los sastres, que adoraba confeccionados en tela de tweed.
En cuanto a los bolsos, pequeños "clutches" cuajados de brillantes.
CONSIGUE EL ESTILO LADY
Para conseguir el estilo lady de la Princesa de Mónaco ten siempre a mano unas
grandes gafas, pañuelos, un par de trajes en colores pastel y vestidos de gran vuelo en la parte inferior.
Las
pamelas o grandes sombreros le encantaban, así como los lazos anudados a la cintura.
El estilo de Grace tiene
mucho de Balenciaga, un poco de Chanel, y de seguir con vida adoraría los estampados de Missoni, divertidos, geometricos, abstractos… .
Ten siempre en mente las colecciones de
Oscar de la Renta o Carolina Herrera, diseñadores que se confiesan verdaderos mitómanos con respecto a Grace Kelly, musa de Hitchcock, de una jet set ya desaparecida e inspiración todavía hoy de las grandes agujas de la moda.