Pelar los nabos y cortarlos en dados. Rehogarlos en una cazuela a fuego suave con 50 gramos de mantequilla. Añadir después 2 vasitos de agua, un poco de sal y tapar la cazuela dejando cocer 20 minutos a fuego suave.
Si se desea, 10 minutos antes de terminar la cocción se añade una cucharada de azúcar, se remueve bien y así quedarán caramelizados.
Servir los nabos rociados con el resto de la mantequilla fundida.
Observaciones
4 personas
Pueden servirse como acompañamiento/guarnición de platos de carne.