¿Te apetece dar un toque nuevo a tu casa? Te proponemos que empieces con el sofá, una pieza clave en cualquier hogar. No hace falta una gran inversión, sólo buenas ideas y algo de tiempo.
Antes de ponerte manos a la obra es importante que pienses en el uso que le das al sofá. No es lo mismo cuando apenas lo utilizamos a cuando ¡diariamente nos tumbamos en él!
Como un primer paso, que puede ser el más inmediato y que no te suponga una gran inversión, te proponemos que sustituyas los cojines.
Busca un cambio radical, jugando con los tejidos, los colores y el estampado. Además, te recomendamos que combines diferentes formas y tamaños. Conseguirás una composición de formas y color que dará un toque nuevo a tu sofá. Además de hacerlo más confortable. Por ejemplo, si eres de las que le gusta leer en el sofá, puedes combinar cojines grandes con pequeños que favorezcan la postura de lectura.
También puedes incluir una manta, a modo de decoración y que te servirá para estar calentita en los días de más frío. De lana, de colores, lisa, infantil… así el invierno te resultará más acogedor.
Pero si lo que te gusta es la creatividad, anímate a comprar manteles individuales y utilízalos para decorar el cabecero del sofá y sus brazos, ¿original no? Parecerá que tú misma has encargado unas piezas de tela a medida para dar un toque diferente.
Por último, puedes optar por hacer una funda a medida. Llevará más tiempo y será más caro, pero seguirá siendo una buena opción para renovarlo sin grandes inversiones. En las tiendas especializadas encontrarás una gran variedad de telas, colores, tejidos... Si vas a darle mucho trote al sofá utiliza una tela sin remates delicados ni accesorios fáciles de desprenderse como botones. Además, con el fin de ahorrarte disgustos, fíjate en que la tela sea lavable.
Y si además de estos pequeños trucos, mueves el sofá de sitio o cuelgas un cuadro nuevo en la pared más cercana, la sensación de entrar en un salón renovado estará asegurada.
Pero recuerda, que en cualquiera de los casos, siempre debes de tener en cuenta la decoración del resto de la habitación sobre todo si tu salón está abierto a la cocina. Las nuevas adquisiciones deberán de ir en la misma línea.