Existe una alternativa al azúcar, una forma de que evitemos el uso de ésta a la hora de hacernos un café o cocinar un postre. Son los edulcorantes, un aditivo que duplica el efecto del azúcar, aunque contiene menos energía.
Hay un error común a la hora de pensar en usar edulcorantes que no engordan. Cuando empezamos una dieta para adelgazar, solemos recurrir a la eliminación de nuestra alimentación del azúcar y lo sustituimos por los edulcorantes. Sin embargo, esta idea es errónea. El uso de los edulcorantes puede resultar perjudicial para la salud y, por otra parte, hay estudios que señalan que, en vez de ayudar a perder peso, incrementan el apetito y por tanto nos hacen tener más ansiedad.
Dicho estudio, realizado por un grupo de científicos estadounidenses, probó que si se rompía la relación entre la sensación de dulzor y el azúcar realmente ingerida, se provocaba que el cuerpo quedara confundido. De este modo, establecían una relación entre los alimentos fabricados con edulcorantes y el aumento de peso.
Hay veces que el uso de edulcorante es inevitable: es el caso de los diabéticos, ya que estos tienen dificultades para regular sus niveles de azúcar, y han de consumir estos edulcorantes artificiales. También los que sufran de hipoglicemia reactiva han de limitar el uso de azúcares.
La controversia sobre el uso de edulcorantes en la alimentación humana ha llevado a la realización de numerosos estudios que muestran que cada tipo de azúcar artificial provoca un daño distinto. Es más, incluso algunos de estos edulcorantes han sido retirados del mercado.
Aunque encontramos edulcorantes tanto naturales como artificiales, es más frecuente que se usen aquellos fabricados por la mano del hombre. Veamos algunos de los más frecuentes y los riesgos de los que los científicos alertan.
Frente a todos estos edulcorantes de procedencia artificial encontramos otros de origen natural, como aquellos que nacen de la fruta u otros alimentos naturales. Es el caso de la fructosa, el azúcar de las frutas, o de la miel, cuyo valor calórico es igual al del azúcar. Para todos estos edulcorantes naturales, las agencias dedicadas a la protección de la salud recomiendan que, aunque no conllevan ningún riesgo para nuestro cuerpo, su uso ha de ser limitado, ya que se trata de alimentos muy concentrados.