El invierno ha llegado y los cambios bruscos de temperatura y el frío con algunas de las principales causas de contraer resfriados y gripes. La lluvia, la nieve y el frío intenso, ponen en jaque a nuestro organismo. Cuando los termómetros bajan, suben las probabilidades de sufrir gripes, resfriados y catarros. Sin embargo, una óptima prevención puede ayudar más de lo que crees a tu sistema inmunológico y preparar el cuerpo ante efectos adversos. Los alimentos y nutrientes en tu dieta para mantenerte delgada, joven y sana
Para prevenir los efectos adversos propios de esta época del año, es de gran importancia ayudar al organismo a combatir los virus y enfermedades reforzando el sistema inmunológico, algo que puede lograrse incluyendo en la dieta alimentos ricos en antioxidantes, probióticos y zinc.
Más allá de los alimentos tradicionales como las legumbres, frutas, verduras, carnes y pescados con alto contenido de vitaminas y nutrientes que fortalecen las defensas o plantas como el tomillo y el sauco con efectos antibacteriales y antimicrobianos, se encuentran los ya conocidos como superalimentos. Estos están cada vez más presentes en las despensas de los hogares y algunos de ellos tienen beneficiosas propiedades para activar el sistema inmune.
Toma nota de los alimentos y superalimentos que debes incluir en la dieta para prevenir y combatir los catarros y gripes que llegan con el frío:
Es uno de los primeros alimentos a incorporar con asiduidad en la dieta invernal. ¿La razón? El ajo contiene un componente activo, denominado alicina, que le aporta beneficios en la batalla contra la gripe, como su poder antiinflamatorio y antibacteriano. Además, la alicina posee un efecto hipolipemiante (disminuye los niveles de lípidos/grasas en sangre), es muy eficaz en la prevención de la hipertensión y tiene propiedades antioxidantes. ¡Todo beneficios en cualquier época del año!
Eso sí, la alicina es un compuesto muy poco estable que pierde sus propiedades rápidamente, de manera que debe consumirse el ajo fresco, nunca cocido, ya que al calentarse por encima de los 60 grados se pierden sus propiedades. Una forma ideal de consumo es en forma de perlas de ajo pulverizado.
Remolacha, coles de Bruselas, acelgas, zanahorias, brócoli, espinacas, calabaza, coliflor, champiñones, puerros, alcachofas o berenjenas, ya sea crudas o cocinadas, tienen grandes propiedades contra los resfriados y enfermedades respiratorias, pues suponen un gran aporte de vitamina A en la dieta, esencial para mantener sanas las mucosas.
Las legumbres, alimentos ricos en antioxidantes, actúan como antigripales naturales y ayudan a reducir las toxinas que provoca la infección, a fortalecer el sistema inmune y a acortar la duración de la gripe o el resfriado.
“El pescado, además de tener propiedades saludables para el corazón, es rico en un mineral que ayuda a los glóbulos blancos a erradicar el virus de la gripe”, explica la chef Kaouthar Andaloussi. Muchos tipos de pescado, especialmente el azul, son ricos en ácidos grasos omega-3, lo cual ayuda a reducir la inflamación pulmonar y a proteger los pulmones de infecciones respiratorias.
Concretamente, los Omega 3 presentes en el bonito nos ayudan con el equilibrio cardiovascular, mantienen a raya el colesterol y aportan las vitaminas "anticatarrales" B3 y B12. El bonito nos ayudará también en estos días en los que el cambio de tiempo produce desequilibrios en los estados de humor y emocionales, puesto que se le considera un antidepresivo natural.
Las ostras son famosas por su poder afrodisíaco, dada su riqueza en zinc. Pero además, el zinc ayuda a reducir la intensidad de los síntomas del resfriado y la gripe, acortando su duración a la mitad.
La carne magra de pavo aporta la proteína necesaria pero con apenas grasa, y también minerales: selenio, fósforo, potasio y magnesio. Le podemos llamar el "dream team" de la energía para funcionar a diario y para mantener fuertes tejidos y huesos.
Un buen escudo contra el resfriado o la gripe es el uso de probióticos. Se encuentran principalmente en los lácteos fermentados, y ayudan a reducir la inflamación del cuerpo como consecuencia de virus y otros agentes externos. El consumo regular de lácteos o complementos con Lactobacillus no solo previenen la gripe y los catarros, también mejorará el tránsito intestinal y protegerá la flora, debilitada por los medicamentos y la enfermedad. Los yogures son un probiótico natural que contribuye a mantener sana la forma intestinal, esencial para fortalecer el sistema inmunitario, ya que en ella se encuentran el 70% de las células inmunitarias del organismo.
Las sopas y cremas son una excelente opción para prevenir enfermedades invernales como la gripe o los resfriados. Este plato combina elementos que ayudan a recuperarse más rápido: el líquido caliente ayuda a aumentar la temperatura corporal, descongestionando las fosas nasales, además, al introducir proteínas suaves como pollo o huevo y vegetales, estamos aportando al organismo un extra de vitaminas y nutrientes.
Esta bebida se ha convertido en un básico mañanero, y no hace falta dejarla de lado cuando se está previniendo o padeciendo una gripe o resfriado. Gracias a la cafeína, el cuerpo recupera la energía perdida y su poder antioxidante refuerza el sistema inmunológico. Descubre aquí los beneficios del café. No obstante, para favorecer el descanso en caso de estar afrontando un proceso gripal o catarral, es preferible elegir café en su versión descafeinada o con menor cantidad de cafeína.
El té verde está de moda y están comprobadas sus propiedades depurativas y relajantes. Sin embargo, todavía hay mucha gente que no termina de aficionarse a esta bebida popularizada por los ingleses. Para sustituirla, y también al café, nada mejor que la achicoria. Su infusión te aportará vitaminas C y B. De nuevo, acción depurativa, antioxidante y desinfectante. Además, la bebida nos mantendrá hidratados frente a la sequedad ambiental.
Si la gripe o el resfriado te atacan, la inhalación de vapores de una infusión de manzanilla te ayudará a calmar y aliviar la tos, siendo especialmente útil para combatir inflamaciones e irritaciones del tracto respiratorio.
Este tubérculo se hace imprescindible cuando se trata de hacer frente a una enfermedad. Está cargado de vitamina A, un nutriente que activa la producción de glóbulos blancos en el cuerpo para luchar contra el virus, y ayuda a que las mucosas se mantengan sanas. Al microondas o en el horno, mantendrá sus propiedades y sabor.
Esta fruta tiene grandes propiedades medicinales que son conocidas desde la antigüedad. Kaouthar Andaloussi afirma que “aporta grandes cantidades de antioxidantes, ácido fólico y vitamina C y es una gran aliada para tratar dolores de garganta e infecciones de oído. Puedes tomar granadas en zumos, con yogur, en ensaladas o simplemente de forma natural”.
Son conocidos por ser especialmente ricos en vitamina C, que ayuda a reforzar nuestras defensas y a aliviar muchos de los síntomas comunes en gripes y resfriados. “Desayunar cada día un vaso de zumo de naranja natural, y a media tarde tomar un zumo de limón caliente rebajado con agua y miel hará que los síntomas remitan y te sientas mejor”, aconseja la chef.
Además, el pomelo es el alimento ideal para desayunar en invierno. Presenta altos niveles de vitamina C, que potenciada por la acción del ácido cítrico le convierte en un diurético eficaz. Tomándolo, eliminamos toxinas y aportamos ayuda a las defensas. Rico en antioxidantes, refuerzo celular contra el frío y los virus, es también un buen antiséptico.
Eso sí, cabe resaltar que el pomelo puede interferir con 85 productos farmacéuticos, de manera que convendrá examinar las contraindicaciones de aquellos medicamentos que se consuman.
Frambuesas, moras, arándanos y fresas son grandes aliados contra la gripe y los resfriados. Son muy ricos en vitamina C y en antioxidantes y refuerzan las defensas de nuestro organismo. Tómalos solos, mezclados con yogur, cereales en ensaladas o incluso en salsas para carnes, existen muchísimas recetas deliciosas con frutos rojos que te permitirán disfrutar mientras te cuidas.
Se trata de un alimento muy valorado por el alto índice en vitamina E que posee, lo que las convierte en el snack ideal para picar entre horas. Un cuarto de taza de pipas de girasol proporciona casi la cantidad diaria recomendada. Pensando en las vacaciones de Semana Santa, la vitamina E nos protege cuando viajamos, ya que es un eficaz antibacteriano y antivírico y fortalece el sistema inmunológico. Es, asimismo, un declarado enemigo de los famosos radicales libres, responsables del envejecimiento.
Estos dos superalimentos son ideales para luchar contra los efectos más comunes de los resfriados y gripes. Ambos contienen capsaicina, el componente químico natural que hace que estos dos alimentos sean picantes ayudando a abrir las vías respiratorias y contribuyendo a la circulación, disolución y expulsión de la mucosidad. Además, la cúrcuma contiene curcumina, un compuesto con grandes propiedades antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas que alivia los síntomas del constipado, acaba con las flemas matando las bacterias causantes de este problema y contribuye a reforzar el sistema inmune. Los dos pueden ir perfectamente combinados en una infusión, zumo o como aderezo de comidas convirtiéndose en un remedio natural eficaz para luchar contra las congestiones.
Es una superfruta con un alto contenido de vitamina C, estimula el metabolismo, la obtención de energía, refuerza las defensas y mejora el contenido de glóbulos blancos, fortaleciendo así el sistema inmunológico haciéndolo más resistente a gripes y resfriados. Además, reduce las inflamaciones crónicas y agudas y reduce los problemas respiratorios. Este fruto también es rico en fibra, hierro, zinc, calcio y potasio, aportando los nutrientes que el organismo necesita para que el frío no le pille desprevenido.
La pulpa de este fruto se transforma en polvo, tiene un sabor ácido como el de los cítricos y se puede usar para enriquecer batidos y smoothies, añadiendo los nutrientes necesarios para evitar las congestiones típicas del invierno.
Es una fruta procedente de la selva amazónica, del tamaño de un limón mediano, color naranja, pulpa amarilla y es la mayor fuente de vitamina C natural que se puede encontrar, hasta 60 veces más que la de una naranja. De ahí sus grandes propiedades antivirales para combatir los catarros y virus de la gripe, desintoxicando y estimulando el sistema inmunológico para que éste funcione de manera adecuada y pueda defender al organismo de los ataques de estos agentes invasores y combatir sus efectos. Sus propiedades antioxidantes y su alto contenido en nutrientes y minerales, también lo convierten en un alimento perfecto para la digestión, el correcto funcionamiento del corazón, combatir el envejecimiento, e incluso prevenir el cáncer y las enfermedades degenerativas del cerebro.
Suele venderse en polvo y con solo añadir una cuchara sopera a un yogurt, zumo o en la vinagreta de una ensalada se pueden aprovechar sus beneficiosas propiedades.