¡10 claves para adelgazar... sin dietas y con salud!

Que si dietas, ejercicio, que si vida sana, que si cuidarse... Numerosas mujeres ya están hartas de buscar y seguir milagrosas técnicas con el único objetivo de bajar peso. Sin embargo, pese a no conseguir la meta, continúan insistiendo e intentando acercarse a una figura perfecta, un cuerpazo de escándalo o, simplemente, a unos kilos menos a la hora de visitar a esa gran enemiga en la que parece convertirse la báscula.

De hecho, existen muchas claves que, si te propones firmemente seguirlas, te ayudarán a conseguir tu reto. Eso sí, ten en cuenta que antes de iniciar el camino has de comprometerte, creer en ti, saber que lo que quieres es bajar peso y tener mucha paciencia y obstinación por la consecución de objetivos... ¡aunque el proceso sea más lento de lo que te gustaría!

¿Estás lista?

Cada vez que vas a comprar ropa, te enfrentas a la imagen que te devuelve el espejo, a la báscula o a la dura realidad de las prendas que ya no te sientan bien, te propones firmemente un punto final. No un punto y aparte: ¡un punto final!

Te prometes a tí misma que te cuidarás, que no vas a permitirte seguir ganando peso y te prohíbes continuar con esa actitud de mirar hacia otro lado. Sin embargo, cuando te reencuentras con la nevera o la tienda de chucherías de la esquina decides que ya es hora de disfrutar y poner fin a tu eterna tortura. ¡No! Disfrutar no tiene porqué significar descuidarte ni consumir alimentos que tú misma sabes que no te van a aportar más que grasas y múltiples calorías vacías.

¡Convéncete de una vez que llegó el momento de disciplinarte un poco y convertirte en la dueña de tu figura y prepárate para llevar a cabo tu plan de salud!

¿Qué has de hacer?

1. Comprométete contigo misma: a cambiar, a seguir unas pautas, a no regalarte ningún caprichito (lleno de calorías vacías) y a esforzarte al máximo para convertir tu cuerpo en lo que realmente esperas y quieres de él. ¡Tú puedes moldearlo a tu antojo, así que comprométete!
2. Cree en ti. Si quieres, puedes, así que solamente piensa: "¿quiero?"
3. No pienses en dietas milagrosas. Comprende que no existen las dietas que te hagan adelgazar rápida y saludablemente. ¿Acaso crees que merece la pena poner en riesgo tu vida y tu salud por negarte a abrir los ojos y ver que el camino largo es mucho más seguro y eficaz?
4. Muévete. Camina media hora todos los días. Si, además, quieres nadar en la piscina, subir las escaleras de tu casa o bailar... ¡perfecto! pero nunca te saltes tus 30 minutos de paseo (ligero) diarios.
5. ¡Suma fibra! Si añades fibra a tu alimentación lograrás, además de un efecto saciante que te evitará comer por ansiedad, regular tu intestino. Prueba a tomar salvado de avena.
6. Pásate a los desnatados y di adiós al azúcar. Intenta comprar las versiones light de los productos que tomas habitualmente. Reducirás una parte grasa en tus comidas... ¡sin enterarte!
7. Relájate, evita el estrés. Muchas veces el estrés se une a la ansiedad... por lo que si evitas una, no caerás en la otra. Cuanto más tranquila te sientas, mejor controlarás tu alimentación.
8. Come despacio. Si masticas la comida lentamente, la disfrutas y saboreas al máximo evitarás comer por inercia con lo que te saciarás antes... ¡y la comida te sentará mucho mejor!
9. Incluye, en cada comida, una ensalada o plato de verduras. Con los vegetales aportarás vitaminas y minerales a tu organismo y disminuirás considerablemente el número de calorías ingeridas. ¡Perfecto!
10. ¡Agua bendita!... o ¡bendita agua!: piensa en ella como si de la clave mágica se tratara. Cuanta mayor cantidad bebas entre comidas, ¡mucho mejor! El mínimo de agua que has de beber al día es de dos litros: no lo olvides.

A estos consejos, ten en cuenta que debes añadir otro más: el de conocer tu cuerpo. Nadie mejor que tú sabe cómo reacciona tu organismo: qué alimentos te hacen sentirte hinchada, con cuáles no te puedes controlar cuando los pruebas y los comes con ansiedad, cuáles te dificultan la evacuación... ¡Tenlo en cuenta y no mires hacia otro lado!

Sé firme, convéncete de que puedes y vas a hacerlo... ¡y conviértete en la dueña de tu cuerpo!