Son una magnífica forma de iniciar una velada, una cena muy especial o una comida navideña. Su atractiva presentación, sus llamativos colores y su frescura hacen que "entren" solos y son, además, una excelente idea para controlar los posibles excesos.
Suaves, frescos y con un atractivo toque de glamour, la mayoría tienen como ingredientes básicos los zumos de frutas, por lo que resultan perfectos para toda la familia. Preparar nuestro estómago para la ingesta de comidas copiosas o ayudarnos a digerirlas son otra de sus virtudes, sin olvidar que son un perfecto aliado para el que tenga que coger el coche después de la fiesta.
Algunos cócteles sin gota de alcohol, muy sencillos de preparar y que, seguro, gustarán son:
Muy refrescante y digestivo.
Realiza la siguiente combinación, aumentando la proporción en función del número de invitados: una parte de licor de menta y una de licor de lima o zumo natural junto a tres partes de gaseosa o refresco tipo seven up o sprite.
Sírvelo bien frío (sin necesidad de agitar en coctelera) y adorna la copa de cóctel con una rodaja de lima y/o una hojita de menta. También queda genial, mojar el borde de la copa en zumo de lima e impregnarlo de azúcar.
Facilísimo y perfecto para pequeños y mayores.
Mezcla, en un vaso alto, un batido de vainilla (elaborado o hecho por ti con leche y helado) con tres o cuatro cucharadas de granadina y dos de hielo picado. Su llamativo color y su sabor delicioso gustará a todos. Si además los llevas a la mesa adornados con una bengala encendida (¡ojo con quemarte!) el resultado será espectacular.
Burbujeante y con un punto ácido.
Agita en coctelera (puede resultar muy divertido hacerlo a la vista aunque no seas una "profesional"): zumo de lima (un vaso), el zumo de medio pomelo y zumo de naranja (vaso y medio). Abre la coctelera y añade dos cucharadas de granadina o una de sirope de fresa para dar el toque dulce. Sirve sólo la mitad de cada copa de cóctel y termina de rellenarlas con soda o tónica.
Un clásico.
Perfecto para una sobremesa porque podría considerarse casi un postre de sabor dulce y muy suave.
Trocea un plátano maduro por persona y mézclalo con ¼ litro de leche. Añade una cucharada de miel si sois golosos. Pasa todos los ingredientes por la batidora unos segundos y deja que la mezcla se enfríe en una jarra en la que pondrás unos cubitos de hielo en el momento de servir (no antes para que el cóctel no quede aguado).
Como en las películas.
La idea es colocar un cuenco grande o fuente honda en la mesa para que cada uno se sirva la cantidad de ponche que desee. Combina un litro de zumo de piña, uno de naranja (o ½ de naranja y ½ de manzana) y uno de refresco de limón (mejor con gas). Añade distintas frutas troceadas como manzanas rojas, cerezas, fresas, arándanos, ciruelas… Incorpora un poco de hielo picado, unas cucharadas de sirope de fresa o granadina para potenciar el navideño color rojo y endulza a tu gusto con azúcar (tendrás que remover para diluirla) junto a unos palitos de canela.
El ginger ale (jengibre) es una bebida gaseosa especialmente adecuada para combinar con zumos o licores de frutas. Por ejemplo mezcla ½ vaso de licor de kiwi con uno de ginger ale y añade hielo picado. Otras opciones son, por ejemplo, mezclar el ginger con limón o mango. En los tres casos el resultado es magnífico (parecido a los cócteles de champán pero sin alcohol). Adorna estos cócteles con alguna rodaja de la fruta escogida y, si quieres crear un llamativo contraste de color, añade una cucharadita de la "infalible" granadina.
¡Truco original! Para presumir de cubitos de hielo en tus bebidas y cócteles favoritos, sólo tienes que congelar trocitos de limón, naranja, pepino... en la cubitera.