Aprender a besar: las claves de un beso inolvidable ¡descúbrelas!

Parece fácil... pero en ocasiones un beso puede enloquecer o por el contrario horrorizar al que lo recibe. Hay unas sencillas y divertidas pautas que debes seguir si quieres que ese beso sea inolvidable y contribuya a dejar a tu “interlocutor” sin aliento.

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Tener en cuenta el contexto en el que hemos decidido dar el paso de acercar nuestros labios a los de ese hombre que nos vuelve loca es lo primero que tenemos que decidir con buen criterio: no es lo mismo el tipo de beso en un bar a altas horas de la noche, que después de una romántica cena en el momento de la despedida frente al portal, o en un lugar público como puede ser un parque. Así que, atenta, porque lo principal es saber elegir el momento adecuado y dar un beso consecuente con esa ocasión.

Si hemos salido de copas o hemos conocido a ese hombre maravilloso ya entrada la noche, aquí se puede decir que "casi todo" vale. La noche, la música, gran afluencia de gente, el vestido sexy en el que nos hemos enfundado… todo se alinea a nuestro favor para que podamos dar un poco más de rienda suelta a la pasión. En estos casos es siempre importante, como en todos los demás, un acercamiento previo, una mirada intensa, un roce con el brazo o la mano… Algo que vaya preparando el terreno.

Pero en ésta situación lo ideal es mirar fijamente a los ojos de nuestro hombre, y dejarse llevar por la sensación que, si es recíproca, te quedará claro si no desvía la mirada de los tuyos, y además sonríe con picardía. Es el momento de lanzarse, acercándose no excesivamente despacio y con decisión para dejarle sin aliento con un beso profundo e intenso, como el momento que estáis viviendo.

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El caso anterior quizá es uno de los pocos en los que se permite un nivel más elevado de "intensidad" y un poco menos de sugerencia y más actuación. Pero acercarse lentamente es clave para en el resto de ocasiones no llevarnos un chasco, o que la persona se vea sorprendida y pueda retirarnos la cara… algo que no es plato de gusto para nadie. No preguntes si puedes besarle, pues eso pone en un compromiso que probablemente no sea necesario. Si has notado esa atracción entre los dos, no demuestres inseguridad preguntando, es mejor actuar con el conjunto: la mirada, un acercamiento lento, los labios entreabiertos…

El lenguaje no verbal es clave en ese momento. Si miras de manera intermitente de sus ojos a sus labios mientras te acercas, ¡tienes el éxito asegurado! Si por el contrario has equivocado las señales y no es el momento adecuado, esta táctica te ayudará, también mediante el lenguaje no verbal, a percibirlo: si la otra persona se inclina hacia atrás o gira un poco la cara, sabrás que no es el momento para ese beso tan especial. Si se queda inmóvil, mirándote, o se acerca a ti, no lo dudes ¡es el momento de lanzarte sin miedo!
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Ten en cuenta que el primer contacto a la hora de besar es clave, y siempre es mejor que ese contacto sea dulce y suave, y después solo hay que dejarse llevar. Apoya tus labios de forma suave sobre los suyos, después de humedecerlos un poco, Los labios secos no se mueven bien ni se deslizan con suavidad. Así que… ¡ya sabes!

A continuación, según te vas acercando a su boca, para evitar momentos de torpeza y nerviosismo, sería conveniente inclinar la cabeza ligeramente hacia un lado. De este modo, tu nariz y la de tu pareja no quedarán frente a frente, permitiendo dar el beso con mayor facilidad, recreándose en la ternura del mismo. Lo ideal es aproximar los labios con los ojos abiertos, mirando a tu pareja, demostrando que no tienes ningún reparo en besarle, y una vez que estás cerca de su boca, cerrarlos, para sentirlo más apasionadamente. No hay nada menos romántico que besar con los ojos abiertos, aunque puedas entreabrirlos en algún breve momento. Y después, retírate y mírale a los ojos. Es importante saber qué efecto ha tenido nuestro beso en la otra persona, mientras sonríes con una mezcla entre dulzura y picardía.

El primer contacto de tus labios con los de tu chico debe ser muy suave, con la boca más cerrada que abierta. No arremetas al comienzo de forma brusca y salvaje, a no ser que la situación lo requiera. Es mejor comenzar de forma romántica y tierna, con suavidad y, más adelante, dar paso a la pasión.

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Disfruta de los labios de tu chico tocándolos lentamente y con delicadeza. Según vais avanzando en el beso, notarás si él abre más su boca o hace uso de la lengua. Si lo hace, y a ti te apetece, es el momento de dejarse llevar, apartando la ternura, y abandonarse a la pasión hacia un beso mucho más fogoso. A partir de ahora, puedes jugar con tu lengua y la de tu pareja. Esta parte de tu cuerpo es sumamente sensible, así que el simple gesto de rozar tu lengua con la suya le llenará de satisfacción y placer. Pero… ¡cuidado! no hagas movimientos demasiados bruscos con ella ni produzcas más saliva de la que necesites. ¡Contrólate! No se trata de investigar con la lengua cada recoveco de la boca de la otra persona, sino de resultar sexy y sensual, ya que de lo contrario podría resultar violento y en último caso, desagradable. Es más recomendable introducir la lengua poco a poco, para ir luego haciéndolo de forma más profunda, que lanzarte de forma brusca desde el principio, aunque nuestro cuerpo nos lo pida a gritos.

Por supuesto, no te olvides de acompañar el movimiento de labios con lo demás: rodear su cuello con los brazos, coger su mejilla con la mano, mover el cuello de lado a lado lentamente… un mundo de sensaciones vendrán de la mano de todas estas acciones con el resto de tu cuerpo, ya que acompañan a la perfección ese fantástico beso.

Acuérdate de estas pequeñas claves y haz que ese beso sea sólo el principio, la imagen de la sensualidad que llevas dentro y algo que apetece repetir.

Los beneficios de besar

Una expresión social de afecto, saludo, respeto o amor, besar es un gesto tan simple como seductor. Sin embargo, según Nuria Marco, Psicóloga y Terapeuta del centro Terapia Positiva y especialista en talleres de besoterapia, éstos son mucho más que una forma de expresarse y es que, según afirma, los besos:

Agencias
  • Relajan todo el cuerpo. Besando apasionadamente se pueden quemar hasta 13 calorías, ¿por qué no convertir los besos en un complemento de la actividad física diaria?
  • Nos mantienen jóvenes ya que para besar de forma apasionada se ejercitan más de 30 músculos faciales, disminuyendo así la formación de arrugas en la piel y estimulando su regeneración.
  • Provocan un aumento de la tensión arterial y del ritmo cardíaco que activan y mejoran la circulación sanguínea a la vez que fortalecen el sistema inmune, ayudando a las personas a enfermar menos y a vivir durante más años.
  • Estimulan la liberación de endorfinas, las encargadas de provocar una sensación placentera, y actúan como antídoto para la depresión, la angustia, el desánimo o la tristeza.
  • También estimulan la secreción de hormonas que funcionan como analgésicos, alivian alergias y retrasan la aparición de síntomas como estornudos y secreción nasal.

Por toda esta larga lista de beneficios, en los últimos años han proliferado los talleres de besoterapia, una novedosa terapia alternativa que ofrece las claves para aprender a besar y conocer el significado y los beneficios saludables de los besos, que bien podemos practicar viendo también los besos más famosos del cine.

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