Tal vez el secreto del éxito de la cocina italiana es que se basa en platos sencillos y de delicioso sabor. Tienes múltiples opciones para no complicarte demasiado y conseguir un menú al gusto de todos.
Para llevar a cabo las distintas recetas, puedes elegir la pasta fresca o bien deshidratada y recuerda siempre que es muy importante un punto justo de cocción. Sigue las instrucciones en cuanto a tiempos al fuego necesarios para conseguir una pasta fresca y al dente (no pasada y pegajosa).
ENTRANTES Una tabla de quesos puede ser una excelente idea para compartir. Elígelos variados, desde el más suave y cremoso hasta alguno de sabor intenso: mascarpone, gorgonzola, pecorino, grana… Puedes combinarlos con algunos embutidos típicamente italianos como salami, bresaola (finísimas lonchas de carne de ternera curada), mortadela o jamón de Parma.
Si quieres algo más para completar, unos canapés de mozzarella y/o queso provolone templados con un pellizco de orégano, irán perfectos para dar paso a los platos principales.
Una ensalada siempre viene bien y la Caprese requiere una sencilla elaboración:
Ingredientes:
Lava y trocea los tomates. Corta en tacos la mozzarella. Mezcla ambos ingredientes en un bol y añade las hojas picadas (o enteras, como prefieras) de albahaca. Aliña según tus preferencias.
Ingredientes:
Puedes empezar con las albóndigas, preparando la carne a la que añadirás un diente de ajo picado lo más menudo posible, un poco de perejil picado, un huevo batido y un toque de sal y de pimienta. Para dar consistencia a las albóndigas, incorpora progresivamente el pan rallado (hasta que no se aprecie el huevo). Haz las bolas de carne no demasiado grandes. Pásalas por harina y fríelas ligeramente (bastan unos minutos). Retira del fuego y reserva.
En la misma sartén, pica en tiras finas una cebolla (1/2 si es grande) y sofríela. Añade el tomate triturado, la hoja de laurel y un vaso de agua. Remueve para que se vaya haciendo la salsa (unos 20 minutos). Retira del fuego y pasa la salsa por el chino, viértela sobre las albóndigas y déjalas guisar unos 10-15 minutos a fuego lento.
Listas las albóndigas, hierve los espaguetis en abundante agua, escurre y emplata colocando primero la pasta y sobre ella 3-4 albóndigas con abundante salsa. Remata con un pellizco de orégano y queso rallado al gusto.
Es otra deliciosa posibilidad, un clásico sencillísimo de preparar que encantará a tus invitados.
Ingredientes:
Hierve la pasta y reserva. Fríe el bacon (y si quieres también la cebolla en taquitos pequeños). Añade los espaguetis y rocíalos con la nata. Pon sal, pimienta y queso rallado al gusto. Dejar a fuego lento unos 10 minutos.
Es muy fácil de preparar y además puedes hacerla de ingredientes diversos. Aquí tienes dos opciones igual de apetecibles.
En ambos casos deberás hervir las placas de pasta en abundante agua con un poco sal y unas gotas de aceite o mantequilla para que no se peguen entre ellas.
Una vez preparadas las placas puedes rellenarlas por ejemplo de carne o de atún y pimientos.
Carne: Fríe 500 gramos de carne picada. Una vez hecha, añade 1/4 kg. de tomate triturado (bote) y los condimentos que prefieras: sal, pimienta, orégano, un toque de comino... Deja a fuego bajo unos 15 minutos. Para hacer la lasagna intercala una placa de pasta untada con bechamel y queso rallado seguida de otra sobre la que pondrás carne picada, así sucesivamente hasta hacer las capas que quieras. Termina pintando la última capa con bechamel y queso rallado y gratina unos minutos al horno.
Puedes sustituir el relleno de carne por una mezcla de atún, pimientos rojos troceados y aceitunas negras picadas menudas.
Todo acompañado de unos buenos vinos italianos tipo lambrusco... una comida o cena deliciosa.
Una tabla de quesos puede ser una excelente idea para compartir. Elígelos variados, desde el más suave y cremoso hasta alguno de sabor intenso: mascarpone, gorgonzola, pecorino, grana...
Algunos embutidos típicamente italianos como salami, bresaola (finísimas lonchas de carne de ternera curada), mortadela o jamón de Parma, resultan indispensables como entrante de un menú italiano.
Una ensalada siempre viene bien y la Caprese requiere una sencilla elaboración.
Un contundente plato de pasta que hará las delicias de tus invitados.
Los espaguetis carbonara son otra deliciosa posibilidad que encantará a tus invitados.
Es muy fácil de preparar y además puedes hacerla de ingredientes diversos. Sin duda, la lasagna es un plato estrella que no puede faltar en tu menú italiano.