Técnicas en rinoplastia mínimamente invasiva, ¡lo último!
Los nuevos tratamientos con Botox, las infiltraciones con Sculptra, las suturas tensoras con Silhouette y la microcirugía mínimamente invasiva permiten corregir defectos leves de la nariz sin pasar por el quirófano.
Miriam Egea González 2m 28s
Corregir defectos leves de la nariz sin pasar por el quirófano es lo último en retoques nasales, el doctor Mira nos cuenta más sobre ello. Así, las rinoplastias tradicionales, intervención de alta precisión quirúrgica para cambiar la forma y/o el tamaño de la nariz con fines estéticos, se complementan ya con nuevos tratamientos mínimamente invasivos que permiten solucionar pequeños defectos sin quirófano.
La rinoplastia es una intervención de alta precisión, frecuente en determinadas clínicas de cirugía plástica estética. Con ella se corrigen tanto defectos congénitos como aquellos que han sobrevenido por causas como accidentes o golpes fortuitos en el rostro. Cuando en la intervención se corrige no solo la forma de la nariz sino también la dificultad respiratoria causada por una desviación del tabique nasal hablamos de rinoseptoplastia.
¿Quién puede elegir esta nueva técnica?
Prácticamente todo el mundo puede mejorar su imagen con una cirugía nasal bien desarrollada. Existe un sistema informático desarrollado en Estados Unidos donde tanto el paciente como el médico pueden ver en tiempo real los cambios y planificar una intervención "a la carta". Este procedimiento requiere de una gran experiencia por parte del cirujano para ser capaz de transformar todos los pasos seguidos informáticamente en técnicas quirúrgicas minuciosas. Para ello se utilizarán en quirófano las imágenes preoperatorias computarizadas. El doctor utiliza durante toda la intervención un "Microscopio Galileo", con lo que triplica el tamaño virtual de todas las estructuras, o lo que es lo mismo, consigue una precisión tres veces mayor que sin este instrumento.
¿Qué solucionan las nuevas técnicas en rinoplastia?
Los tratamientos de mejoramiento estético son muy demandados. Las técnicas han evolucionado mucho, hasta el punto de que se utilizan una gran variedad de métodos quirúrgicos y no quirúrgicos, con anestesia o sin ella. La experiencia del cirujano indicará siempre el mejor procedimiento a realizar. Las técnicas mínimamente invasivas consisten en infiltrar productos de relleno reabsorbibles o permanentes para solucionar problemas como asimetría, depresiones, etc...
También se usa la toxina botulínica (botox o vistabel) para relajar los músculos de la punta nasal y conseguir que "suba", de manera que se mejore el ángulo nasolabial. Y pequeñas intervenciones ambulatorias que pueden conseguir en minutos resultados espectaculares y definitivos.
Todos estos novedosos procedimientos pueden solucionar problemas derivados de una rinoplastia. El paciente ya no tendrá que pasar de nuevo por el quirófano para hacerse un pequeño retoque, aunque a veces no pueden sustituir una intervención quirúrgica si está indicada.