El cansancio, el estrés o simplemente la rutina, que puede llegar a instalarse en una duradera relación de pareja, son algunas de las causas habituales que provocan, en un momento dado, una disminución de la atracción y del deseo sexual.
Si no existen problemas físicos (en cuyo caso tendrías que consultar con un especialista) lo más probable es que se trate de algo pasajero, que puedes solucionar con un poco de imaginación y también con la ayuda de algunos complementos naturales utilizados desde la antigüedad para incrementar el apetito sexual.
Hay que tener en cuenta que en el despertar de la libido intervienen componentes físicos y también psicológicos, por lo que no está de más recordar que a la hora de tener sexo, una cena romántica, un sugerente baño de espuma o una experiencia sorprendente (una escapada, un hotel con encanto...) pueden obrar maravillas.
Además, si te encuentras desganada a la hora de mantener relaciones con tu pareja, prueba a incluir en tu dieta algunos alimentos considerados afrodisíacos como el marisco (rico en proteínas y zinc, que ayuda a la creación de estrógenos) o el cacao (chocolate), que actúa en el cerebro favoreciendo la generación de las endorfinas responsables de sensaciones placenteras.
En la propia naturaleza tienes potenciadores del apetito sexual que actualmente puedes encontrar como ingredientes de numerosos multivitamínicos y también en forma de hojas o raíces desecadas en herbolarios y tiendas especializadas.
Entre los más efectivos destaca el ginseng, utilizado como poderoso afrodisíaco en la cultura oriental desde hace miles de años por sus propiedades estimulantes.
La raíz del ginseng, rica en saponinas, actúa sobre el sistema nervioso en su conjunto y, además, estimula la función hormonal. Se dice que junto a la raíz de jengibre resulta infalible a la hora de despertar el deseo sexual. Una infusión de alguna de estas raíces (tras la cocción de una cucharada de polvo de raíz en abundante agua hirviendo) revitaliza el organismo, potenciando el buen funcionamiento del sistema circulatorio y vigorizando el sistema reproductor.
Propiedades similares posee el ginkgo biloba, potente vasodilatador que mejora el flujo sanguíneo y consigue despertar la libido tanto en hombres como en mujeres ayudando a conseguir relaciones plenamente satisfactorias.
Menos conocida pero efectiva como pocas es la maca andina, una planta de origen peruano utilizada frecuentemente en suplementos nutricionales. Su composición, en la que destacan los minerales y las vitaminas, aporta energía extra al organismo provocando, además, una serie de reacciones bioquímicas que estimulan la actividad hormonal y despiertan el deseo. Se consumen tanto sus hojas en infusión como su raíz desecada y los efectos pueden llegar a sorprenderte.
La poderosa yohimbina (originaria del continente africano) o las hojas de damiana, procedente del arbusto mexicano turnera diffusa, son otros dos potentes afrodisíacos naturales a tener en cuenta.
Las especias, con sus penetrantes aromas, son también una excelente opción si buscas recuperar tus ganas de sexo (y las de tu pareja). Prueba a incluir en tus platos condimentos como el clavo, la canela o el azafrán, este último considerado un valioso aliado a la hora de potenciar la función hormonal y, según se dice, un potente estimulante de las zonas erógenas.
Este "superalimento" ha estado vinculado a la energía y la vitalidad desde la antigüedad: medicinas ancestrales, como la japonesa o la china, ya utilizaban este bulbo en tratamientos para aumentar la virilidad; y culturas como la hindú lo reconocían como un potente afrodisiaco. Además, los sacerdotes del antiguo Egipto lo evitaban, ya que consideraban incompatibles sus propiedades excitantes con la elevación espiritual.
El aspecto más negativo de usar ajo común de forma prolongada es el mal aliento que causa, incluso mal olor corporal, a largo plazo. Por ese motivo el ajo negro resulta tan buen aliado desde un punto de vista sexual, ya que suaviza el sabor y el olor naturales del ajo. El ajo negro se descubrió en Corea hace más de una década, creado mediante un proceso de fermentación del ajo blanco a una temperatura y humedad controladas durante 40 días.
El cocinero Ferran Adrià lo importó desde Japón y se convirtió en el primer chef en usarlo en gastronomía, pero no solo se utiliza en alimentación, porque modifica su sabor picante por otro más dulce y suave, similar al del regaliz y el chocolate, sino que sus infinitas propiedades son idóneas para mejorar cuerpo y mente. De hecho, el doctor Shunji Matsuura de la Universidad de Illinois, afirma que este bulbo tiene un poder 10 veces más antioxidante que el ajo común. Pero, ¿cómo puede mejorar el ajo negro las relaciones sexuales?
Para despertar la libido no olvides que también cuentas con aceites esenciales capaces de estimular todos los sentidos. Un masaje con aceite de jazmín, rosa o ylang ylang, o un baño de espuma al que añadas unas gotas de estos maravillosos elixires pueden provocar un reencuentro con tu pareja que resulte inolvidable.