Cocina al vapor: la manera más deliciosa de cuidar tu figura
Si el verano te ha regalado unos kilitos de más, es el momento de depurar tu organismo. Te proponemos una manera deliciosa de cuidarte: cocinar al vapor. Es la mejor técnica para mantener el sabor y los nutrientes de los alimentos pero con cero grasas ¿te apuntas?
Mariola Báez Verdú 4m 2s
Frente a otros métodos de cocción como los fritos o los guisos, la cocina al vapor sólo te aportará beneficios. Con ella, los distintos alimentos conservan todas sus propiedades, vitaminas y minerales y además, se cocinan de manera homogénea, en poco tiempo y con un mínimo trabajo por tu parte. Atrás queda la idea de que este tipo de cocina es insípida y "aburrida". La realidad es que al vapor puedes hacer recetas deliciosas y de lo más variadas (no sólo verduras).
La vaporera es el utensilio de cocina perfecto para preparar los distintos platos, pero una simple olla que incorpore un canastillo donde colocar los ingredientes sin que toquen el agua es suficiente para que te pongas manos a la obra y te apuntes al método de cocción más saludable. En caso de no disponer de un caldero específico para este fin, siempre puedes recurrir a un colador grande que haga la función de canastillo.
Las verduras quedan fantásticas y se hacen en pocos minutos. Una rica menestra puede ser un primero perfecto o una guarnición ideal. Si quieres que te queden más sabrosas, aderézalas con tus especias favoritas (orégano, tomillo, albahaca...) antes de someterlas al vapor. Otra buena idea es añadirles un buen chorretón de limón o, si lo prefieres, una vinagreta. Puedes preparar casi todas las verduras excepto aquellas de hoja verde (acelgas, espinacas) porque al vapor, pierden su color y textura.
Unas sencillas patatas también resultan deliciosas cocinadas al vapor, añadiéndoles a mitad de cocción, unas cucharadas de ajo y perejil bien picaditos (nada que ver con las calorías que añadirías a tu dieta si las tomases fritas en abundante aceite).
También puedes cocinar de esta manera el arroz o preparar un delicioso cuscús. El grano se guisa perfectamente al vapor, queda suelto y listo, en unos minutos, para crear por ejemplo deliciosas ensaladas, frescas, ligeras y digestivas. Para evitar que los granos puedan colarse por los agujeros del canastillo, recuerda, en este caso, cubrirlo con una fina gasa antes de colocar los ingredientes.
En la mayoría de las ocasiones, llamamos mejillones "al vapor" a los bivalvos cocidos (no es lo mismo), cuando, en verdad, están mucho mejor cuando se hacen realmente al vapor. Prueba a hacerlos (mejillones, berberechos, navajas..) añadiendo al agua de cocción una cebolla partida en cuartos, unas hojas de laurel, unos granos de pimienta negra y un chorretón de vino blanco. Tapa la olla y en 10 minutos tendrás un aromático plato para chuparse los dedos. Si quieres puedes acompañar los mejillones con una vinagreta de manzana con trocitos de puerro y pimiento. ¡Buenísimos!
¿Quién dice que las carnes al vapor no quedan bien? No es cierto. La carne, sobre todo el pollo, el pavo y la ternera magra pueden salirte estupendamente de manera que aproveches todas sus proteínas sin incorporar ni gota de grasa. Puedes hacer un "estofado" con trozos de ternera previamente macerados. Por ejemplo, prepara un adobo (ajo machacado, orégano, tomillo, pimentón y la misma cantidad de agua, vinagre y aceite de oliva) y pon la carne a macerar unas horas antes de cocinarla al vapor. En unos 20 minutos en olla cerrada la tendrás lista.
También puedes elaborar tacos de pechuga de pollo o unos ricos muslitos haciéndolos en papillote. Salpimenta las piezas y aderézalas con un toque de curry. Envuélvelas en papel de aluminio y... al canastillo. Si te animas a preparar un pescado al vapor, procura hacerlo entero (sin partir) o bien en trozos grandes (para que no quede seco). Cocínalo al vapor incluyendo en el canastillo otros ingredientes que le aporten aroma: cebolla, ajos, tomillo en rama, perejil. Añade también al agua de cocción un poco de vino, limón, o incluso un chorrito de mostaza para un acabado sorprendente y de alta cocina.
Incluir en tu dieta la cocina al vapor es una excelente idea para cuidarte sin renunciar al sabor de cada uno de los alimentos.