Los más pequeños de la casa con frecuencia enloquecen por los refrescos, bollería y chocolate, sin olvidar las hamburguesas y pizzas, la cuales resultan alternativas atractivas para una gran parte de los niños.
Sin olvidar que son niños y han de disfrutar de ciertos caprichos que colaboren positivamente a su desarrollo tanto físico como psicológico sin fomentar obsesiones o posturas radicales, es importante ayudarles y enseñarles a comer bien desde pequeños.
¿Estará comiendo mi hijo adecuadamente? Sin duda, esta es una de las preguntas más repetidas por la mayoría de los padres que no saben qué hacer para que sus hijos coman mejor. La falta de apetito, una alimentación poco variada o excesivamente rica en hidratos de carbono y dulces, contribuyen en muchas ocasiones a que los niños tengan una alimentación poco equilibrada que puede conllevar carencias nutricionales, obesidad o diabetes.
Con la finalidad de que los niños coman mejor y tengan una alimentación saludable, los especialistas en nutrición infantil de Laboratorios Ordesa nos dan las claves de una alimentación sana y equilibrada que favorezca el crecimiento y desarrollo físico e intelectual de los niños. Acaba con las malas caras en la mesa y reinventa los platos para que los pequeños de la casa coman sano y equilibrado:
El niño no debe seguir una dieta o régimen estricto, solo se ha de procurar que siga una alimentación equilibrada comiendo de todo pero en proporciones adecuadas para cubrir sus necesidades energéticas evitando el sobrepeso.
Deben realizar 5 comidas a lo largo del día, un desayuno completo y abundante, media mañana, comida, merienda y una cena no demasiado copiosa que ayude a su perfecto descanso.
Una alimentación completa debe incluir hidratos de carbono entre 4 y 6 raciones al día; entre 2 y 3 raciones diarias de frutas y de verduras u hortalizas; 2 raciones diarias de proteínas (carnes, pescado o huevos); lácteos 2 o 3 raciones; consumir moderadamente aceite, azúcar y sal, y beber agua como principal fuente de hidratación.
En caso de que el niño padezca ciertas patologías tales como diabetes, alergias o intolerancias alimentarias será el facultativo el que determinará y aconsejará a los padres o tutores sobre las pautas alimentarias.
Los niños imitan el comportamiento de sus padres, así que no pretendas que coman verdura si tú no lo haces. Además, comer relajadamente, en familia y en un buen ambiente será un aliciente para aquellos niños con poco apetito.
Ofrece a los niños aquellos alimentos que menos les gustan en pequeñas porciones de manera repetida y aplicando algunos trucos para hacerlos más apetecibles. Las verduras son imprescindibles en su alimentación, sin embargo suelen rechazarlas. Puedes camuflarlas con sus salsas favoritas, hacer hamburguesas de pescado o presentar la fruta en brochetas de formas divertidas. Conquístale con unos tortellini de espinacas, empanadillas de verduras y atún, hamburguesas de ternera con picadillo de pimiento…
La dieta de los niños no será mejor por no dejarles comer alguna chuchería de vez en cuando, siempre que no falten en su alimentación cereales, verduras y frutas. Todo depende de la cantidad, cómo y cuando las consume.
Ten paciencia y no cedas a chantajes ni cambies un plato que no le gusta a tu hijo por otro que sí. El niño poco a poco debe introducir nuevos sabores y texturas y esto en muchas ocasiones es un proceso lento.
Veamos qué tipo de dudas en cuanto a nutrición infantil pueden presentarse, qué alimentos los niños deben comer en menor cantidad, de forma eventual, y cuáles son aquellos que deben formar parte de su alimentación diaria en sustitución de aquellos que no les aportan nutrientes de calidad.
Las bebidas refrescantes azucaradas tales como las bebidas de cola deben ser consumidas con moderación. Sería ideal poder evitarlas en lo posible en su alimentación, pero cuando hablamos de personas sanas sería un error hablar de alimentos "buenos" o "malos", todo depende de la proporción en la que se consuman.
Así pues, aunque los refrescos de forma ocasional pueden ser consumidos por los niños, será muy positivo ofrecerles zumos naturales y agua fresca siempre que sea posible.
Son alimentos altamente recomendables para los niños, les proveen vitaminas, minerales y constituyen una fuente de carbohidratos complejos que les ayudan a mantenerse activos y cubrir sus necesidades energéticas.
Es importante diferenciar aquellos que más les benefician, a menudo los cereales de desayuno son ricos en chocolate, azúcares y grasas de dudosa calidad, será aconsejable ofrecerles copos de avena, de cebada, arroz o centeno entero y porqué no, también cereales de desayuno comerciales, en preferencia poco azucarados y procesados.
El pan igualmente les ofrece múltiples ventajas, las versiones integrales o con fibra añadida resultarán muy beneficiosas para un correcto funcionamiento intestinal. Ofréceles estas alternativas siempre que sea posible.
Poco tiene que ver la bollería industrial frecuentemente provista de aceites hidrogenados y grasas tales como las de coco o palma que elevan los niveles de colesterol, con aquellas otras preparaciones que pueden elaborarse en casa con ingredientes naturales y nutritivos.
La bollería industrial debería ser evitada generalmente e impedir que se convierta en su merienda habitual ofreciéndoles otras alternativas, bizcochos o galletas elaboradas en casa con ingredientes de calidad les encantarán y además podrán divertirse colaborando en su confección, siempre, como es natural, bajo la supervisión de un adulto.
Siempre que no se convierta en una comida habitual, de vez en cuando y si les gusta no hay necesidad de negarles una hamburguesa comercial. No obstante, lo mejor será ofrecerles hamburguesas elaborarlas en casa comprando una buena carne magra que les aporte proteínas de calidad, pudiendo además moderar los aderezos demasiado grasientos.
Es el alimento por excelencia más reclamado por los niños, lejos de negárselo en rotundo, se procurará limitar su consumo y ofrecérselo de vez en cuando ya sea en polvo o en tableta, es decir, en sus formas más simples y puras, las cuales les proporcionarán mayores beneficios nutricionales.
¿Tu hijo sufre inapetencia y cada comida se convierte en una batalla campal? Cuando la inapetencia de los niños se convierte en un problema y buscas un remedio eficaz que ayude a combatir la falta de apetito de tu hijo/a y a su vez fortalecer sus defensas, acabas de encontrarlo. Por su alto contenido en vitaminas y minerales, el escaramujo es un excelente reconstituyente natural, apto para los más pequeños de la casa.
Para aprovechar el elevado aporte en vitamina C del escaramujo, machaca las bayas previamente, deshuésalas y déjalas macerar en un vaso de agua durante toda la noche. Al día siguiente, cuela el líquido y endulza con miel.
Intenta que tu hijo tome un vaso de esta maceración media hora antes de la comida.
Sabías que… Mezclando la pulpa de escaramujo sin semillas con igual cantidad de azúcar moreno, se prepara una deliciosa mermelada.