Conjuntivitis alérgica: ¿qué es? ¿por qué se produce? ¿cómo reducir los síntomas?

La conjuntivitis es uno de los problemas oculares más frecuentes en los alérgicos cuando llega la primavera. Descubre qué es, por qué se produce y cómo puedes reducir los síntomas.

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Ya estamos en plena primavera, la estación de los románticos, sube la temperatura, los árboles y plantas florecen, los pájaros cantan y llegan… las temidas alergias, que en España sufren más de 14 millones de personas. Urticaria, estornudos, picor nasal y los molestos síntomas de la conjuntivitis alérgica (picor, lagrimeo, visión borrosa, fotosensibilidad e hinchazón, entre otros) son algunas de las principales incomodidades que conlleva la llegada del buen tiempo. Esta vez nos centraremos en esta última. Descubriremos qué es la alergia ocular, por qué se produce y cómo podemos reducir los síntomas.

¿Qué es la conjuntivitis alérgica?

Uno de los primeros pasos para combatir esta afección ocular es saber en qué consiste. Según explica el Dr. Fernando Llovet, Director Médico de Clínica Baviera, la conjuntivitis es la inflamación de una membrana trasparente que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Este tejido actúa, entre otras funciones, como defensa para los ojos y, además, está muy expuesto por lo que padecer conjuntivitis es algo muy habitual”.

Existen diferentes tipos de conjuntivitis, según sea la causa que la produce; un virus (conjuntivitis vírica), una infección (conjuntivitis bacteriana) o una reacción alérgica (conjuntivitis alérgica). Dentro de las conjuntivitis alérgicas también podemos encontrar diferentes tipos, que varían según el agente que la causa (alérgeno) que pueden ser, entre otros, el polen, los ácaros del polvo, el pelo de los animales, los hongos (moho), o los cosméticos. Esta dolencia es muy común y se estima que afecta al 25% de los españoles.

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¿Por qué se produce la conjuntivitis alérgica?

“La conjuntivitis alérgica por polen se produce porque la conjuntiva, en su función de proteger los ojos, responde liberando histamina cuando entra en contacto con determinados pólenes, que en principio son elementos inocuos pero, en algunas personas ocasionan una reacción alérgica. La histamina sería la responsable de los molestos síntomas de la alergia, informa el Dr. Fernando Llovet.

En España los pólenes que más alergias producen son: los del olivo y de las gramíneas, los del plátano de sombra, los del ciprés, la parietaria, la artemisa y la salsola.

¿Cómo reducir los síntomas de la conjuntivitis alérgica?

Toma buena nota de estos consejos para tratar la conjuntivitis alérgica por polen y mejorar tu calidad de vida:

  • Determinar el alérgeno. Saber qué tipo de alergia se tiene es fundamental para afrontarla con precisión y de forma efectiva. Se recomienda acudir al especialista (alergólogo y/o oftalmólogo) para determinar el alérgeno y establecer el tratamiento adecuado.
  • No automedicarse: es habitual combatir este tipo de alergia con fármacos y colirios (antiinflamatorios no esteroideos, corticoides tópicos, antihistamínicos…) pero estos siempre deben ser recetados por un especialista y nunca se debe recurrir a la automedicación.
  • Evitar el contacto con el alérgeno: una vez identificado el polen causante de la alergia debemos evitarlo en la medida de lo posible. Para ello, puede ser muy útil consultar los datos sobre el recuento de pólenes que facilita la SEAIC.
  • Lavar las manos con frecuencia y no frotar los ojos. Además, al volver a casa después de finalizar la jornada, es conveniente ducharse ya que se eliminan más eficazmente los restos de polen después de haber estado todo el día expuesto y cambiarse de ropa.
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  • Mantener los ojos hidratados: es conveniente hidratar los ojos con lágrimas artificiales y, también, lavarlos por fuera con suero fisiológico. Una correcta higiene ocular ayuda a mantener el ojo limpio de alérgenos, alivia la irritación y la sequedad ocular. No se deben utilizar infusiones de manzanilla para los lavados oculares ya que pueden contener pólenes a los que se es alérgico.
  • Usar gafas de sol: con ello se evita que el polen entre en los ojos y se disminuye el paso de la luz, en aquellos casos en los que se padece fotofobia. Sin duda, es la mejor defensa contra la alergia ocular.
  • Cerrar las ventanas y utilizar aires acondicionados con filtro: con ello evitaremos que entre el polen, tanto en el coche como en las casas.
  • Evitar las actividades al aire libre, principalmente durante las horas de mayor concentración de polen: a primera hora de la mañana y a última de la tarde.
  • No tender la ropa de la persona afectada al aire libre: el polen puede posarse en ella y empeorar los síntomas.
  • Tener especial cuidado los días de viento: los síntomas de la alergia se suelen incrementar en los días con viento, mientras que disminuyen en los días de lluvia.
  • Por último, un consejo de puro sentido común: evitar las actividades que muevan el polen como, por ejemplo, cortar el césped.

Conjuntivitis y lentes de contacto

Ante la conjuntivitis, muchos usuarios de lentes de contacto suelen sustituirlas por unas gafas. Sin embargo, es posible utilizar lentillas siempre que sean adaptadas por un óptico-optometrista en función de las necesidades visuales y el estilo de vida del paciente. A este respecto cabe resaltar que el uso de lentes desechables diarias, por ejemplo, impiden cualquier acumulación de agentes alérgenos en su superficie, por lo que son ideales para estas situaciones.

En cualquier caso, las personas que utilizan lentes de contacto deben retirarlas cuando los ojos estén muy irritados y no emplearlas más del tiempo recomendado, alterándolas con el uso de gafas. Del mismo modo, hay que limpiarlas cuidadosamente cada vez que los ojos estén enrojecidos o llorosos, lavarse las manos con agua y jabón, y secarlas con una toalla que no suelte pelusas. En cuanto a la aplicación de gotas oculares, se recomienda consultar al óptico-optometrista de confianza.

Agencias

Soluciones médicas para tratar la conjuntivitis alérgica

Cuando los síntomas son muy molestos y no remiten, existen descongestionantes oculares que llevan incorporado antihistamínicos que ayudan a reducir el comezón de los ojos; pero su utilización se debe limitar (según prescripción médica), ya que su uso prolongado puede incrementar los síntomas de irritación.

Además, para aquellos cuyo cuadro médico es más severo, las gotas de esteroides pueden ayudar a minimizar la sensación de comezón, enrojecimiento e hinchazón. En este caso deben emplearse "siempre" con prescripción médica.

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