Así debe ser la dieta de perros y gatos ¡aléjate de mitos y evita que engorden!

Desmontamos 3 mitos sobre la alimentación de las mascotas y te contamos cómo ayudar a perros y gatos a mantener un peso saludable.

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Los dueños de mascotas reciben con frecuencia gran cantidad de información, muchas veces confusa, sobre cuál es la mejor manera de cuidar a sus animales de compañía, especialmente en lo que respecta a su alimentación. Por ello, comenzamos por desmentir algunos de los mitos más habituales en torno a la dieta de las mascotas:

Mito 1. Los cereales son malos para perros y gatos

El gluten, que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno, se considera cada vez más una sustancia perjudicial en nuestra alimentación. Y con frecuencia, esta tendencia se traslada a la dieta de perros y gatos.

Por ejemplo, a los lobos les sienta mejor una dieta baja en carbohidratos (los cereales son una fuente de carbohidratos complejos), por eso, la gente cree que seguir una dieta sin cereales es más adecuado desde un punto de vista evolutivo. Por otro lado, se considera que los carbohidratos (contenidos en los cereales) pueden ser nocivos para los gatos.

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Pero la realidad es que los cereales son ricos en carbohidratos complejos, una gran fuente de energía para perros. Además, los cereales integrales también favorecen la salud digestiva, ya que son ricos en fibra, un componente que aporta muchos beneficios para los perros. Por ejemplo, el betaglucano, que se encuentra en la cebada y la avena, podría ser beneficioso en alimentos para mascotas con el fin de controlar la glucosa en sangre y prevenir la obesidad.

Y es que la mayoría de los perros tolera el gluten sin ninguna dificultad, a excepción de algunos setters irlandeses con sensibilidad al gluten hereditaria.

Mito 2. Los gatos deberían beber leche, no agua

A todos nos viene a la mente la imagen de algún gato bebiendo de un cuenco con leche. ¡Y eso no nos sorprende porque llevamos casi 80 años viendo a Tom y Jerry pelearse por ella!

A los gatos puede encantarles la nata por su elevado contenido en grasas. Sin embargo, la leche que compramos contiene muy poca. ¿Qué debemos hacer entonces?

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La leche contiene lactosa, lo que dificulta la digestión y provoca diarrea en algunos gatos. Y aunque los gatos pueden tolerar una pequeña cantidad de leche, el agua es el mejor líquido que podemos darles, ya que favorece significativamente la circulación, la digestión y la eliminación de toxinas. Además, debe consumirse con regularidad para compensar la pérdida de humedad a través de la respiración y la piel.

Los gatos, por naturaleza, tienden a no beber agua y la obtienen mayormente de los alimentos. Sin embargo, han evolucionado lo suficiente para poder beber agua corriente (por eso, es fácil encontrárselos debajo de un grifo que gotea), así que podría ser una buena idea para los dueños invertir en una fuente para gatos.
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Mito 3. Darle a tu perro carbohidratos hace que engorde

Durante los últimos 15 años, la dieta Atkins, que implica una reducción de los carbohidratos, ha sido muy popular en nuestra alimentación por lo que muchos dueños también aplican esta tendencia a la hora de pensar en la dieta de sus mascotas. Por eso, los carbohidratos no se consideran nutrientes esenciales en la dieta para perros.

Sin embargo, la realidad es que los carbohidratos son un elemento esencial para los perros, ya que ofrecen una fuente de energía muy digerible y fácilmente disponible, la preferida de determinadas células del organismo, como las neuronas.

Además, la fibra alimentaria, que se encuentra en los carbohidratos, puede contribuir a controlar el peso, mejorar la salud digestiva y ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre.

Los carbohidratos modifican la forma, textura y densidad de las croquetas para mascotas. Esto es importante, ya que su sensación en la boca y textura determinan hasta qué punto los perros (en particular, los de menor tamaño) encuentran la comida agradable al paladar.

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¿Cómo ayudar a las mascotas a mantener un peso saludable?

Desmontados algunos de los mitos más frecuentes en la alimentación de perros y gatos, nos detenemos en la dieta que deben seguir las mascotas para que mantengan un peso saludable y disfruten de una vida larga y feliz.

Determina el peso de tu mascota

En primer lugar, hay que visitar al veterinario para pesar a tu mascota, hacerle un chequeo completo y asegurarse de que no tenga problemas de salud subyacentes. Una vez que el veterinario confirme que existe un problema de sobrepeso, hay que realizar seguimientos semanales en casa. La forma más fácil de hacerlo es usando una báscula de baño. Súbete a ella primero y, después, coge a tu mascota y pésate de nuevo. Resta la diferencia para obtener el peso del animal.

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Define qué medidas tomar

Si tu mascota solo necesita perder un poco de peso, podrías seguir dándole la misma comida, pero reduciendo la cantidad. Sin embargo, si necesita perder bastante más, seguir una dieta específica puede ayudar a que se sientan saciados, reduciendo la ingesta de calorías.

Por lo tanto, para empezar hay que pesar la comida de tu mascota, en lugar de utilizar medidores o rellenar el comedero a ojo. De esta forma controlamos exactamente cuánta cantidad de alimento le estamos dando. Además, usar un comedero y una pala dispensadora más pequeños también podría ayudarte a ceñirte al plan.

Una vez que tengas calculada la cantidad de comida, empieza a reducirla ligeramente. Tras una semana, vuelve a pesar a tu mascota y comprueba cuánto ha perdido. Lo ideal sería disminuir su peso en un 1 o 2 % por semana, ya que una bajada de peso muy rápida podría ser perjudicial.

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Supervisa los avances y continúa el camino

Es importante pesar a tu mejor amigo semanalmente. Si ves que durante la semana anterior ha perdido demasiado peso o, al contrario, muy poco, vuelve a ajustar la cantidad de comida hasta lograr una reducción lenta, pero constante. Es importante que sigas modificando la ingesta de alimentos y valorando el estado físico de tu mascota cada semana hasta que alcance un peso corporal ideal. Además, es muy útil llevar un registro de los avances que consigue tu mascota y evitar la tentación de darle premios y sobras de comida adicionales, ya que estas calorías de más pueden acumularse con rapidez.

Con un peso ideal y saludable, los animales de compañía mantienen un buen estado físico, pueden correr, saltar, jugar y participar fácilmente en las actividades de la familia. Darles alimentos que les gusten es muy importante, pero, al igual que en el caso de las personas, es fundamental evitar el sobrepeso. Así, podrás garantizar su afecto y compañía por muchos más años.

¡Truco! Añade a la alimentación diaria de tu perro, bien un huevo en crudo o bien aceite de hígado de bacalao. El resultado será un pelaje más saludable y brillante.

¡Idea! Cuando el pelaje de tu perro esté muy enmarañado, primero frótalo con champú, después emplea un acondicionador. Cuando el pelo esté perfectamente seco, frótalo con polvos de talco e intenta desenredarlo. Generalmente bastará, en el caso de que no sea posible, lo mejor es acudir al veterinario.

¿Cómo medicar a tu mascota?

Si hemos de darle a nuestra mascota alguna pastilla o jarabe, es muy común que no resulte tarea fácil, por ello, te damos unos consejos prácticos para que tu mascota lo tome:

Como primera opción, mezcla la pastilla con un trozo de comida que le guste mucho, como puede ser un trozo de carne picada, foie gras, queso… y ofréceselo para que se la trague sin darse cuenta. También suele funcionar muy bien triturar la pastilla y mezclarla con azúcar. Los perros son especialmente golosos y no se resistirá a tomarlo.

En el caso de que no funcione, le pondremos la pastilla directamente en la boca, justo encima de la lengua y lo más centrada posible, después mantendremos la cabeza del animal levantada durante unos segundos para lograr que la trague.

Si aún no lo hemos logrado, tritura la pastilla y mézclala con agua, o bien si el mismo medicamento lo tenemos en forma de jarabe lo introducimos en una jeringa que se aplicará entre los labios del animal manteniendo su cabeza levantada.

Agencias

En el caso de los gatos podemos administrar el medicamento en forma de pasta directamente en una de las patas delanteras, dado que son muy limpios y poseen una sensibilidad extrema en el pelaje, al instante se lamerán la zona y conseguiremos que ingiera el medicamento.

No obstante, es posible que el animal antes de proceder a limpiar su pata, la agite vigorosamente para desprenderse de parte del medicamento. Si lo hace, debes tenerlo en cuenta para aumentar ligeramente la cantidad de pasta y conseguir que ingiera la cantidad recomendada.

Generalmente los gatos son más difíciles de medicar que los perros, y en muchas ocasiones habrá que recurrir a los inyectables.

¡Consejo! Es muy importante que desde pequeños manipulemos la boca del animal, cerrándosela y abriéndosela, para que cuando sean adultos no nos resulte tarea imposible introducirles una pastilla.

  • Artículo elaborado con la colaboración de Petcurean