En los últimos meses se han publicado numerosos artículos y reportajes dedicados al tomahawk, un suculento corte de carne que se ha puesto de moda en restaurantes de todo tipo y empieza a ocupar un lugar destacado en sus cartas.
El nombre, remite indudablemente a los indios sioux, que veíamos de pequeños en cientos de western por televisión, en realidad, un rústico y aparatoso arma (una especie de hacha) que utilizaban en sus guerras contra los pioneros blancos.
A simple vista destaca su rotundidad sin concesiones, con forma de hacha rudimentaria y un peso que puede llegar al kilo o kilo y medio. Destaca la grasa que acumula entre sus músculos y el hueso que sale de las costillas anteriores, aunque el secreto está en la manera de prepararlo, siendo uno de los mayores manjares para los más adictos a la carne.
El chef Xavier Tranque nos cuenta algo más sobre esta espectacular pieza de carne: ”Sin duda es un corte contundente para los más atrevidos y enamorados absolutos de la carne, que sabrán apreciar la jugosidad que aporta su grasa y el sabor de la auténtica ternera gallega preparada a la parrilla. Precisamente aquí está su éxito, cuando se mezcla la grasa con la propia carne del tomahawk al ser cocinado a la brasa. El sabor y olor que desprende es difícil de definir con palabras”.
En primer lugar, debemos sacarlo de la nevera y dejarlo reposar 10 minutos. El tomahawk se puede preparar a la brasa, al horno o en una sartén para 1-2 raciones. Así nos recomienda preparar este manjar el chef zamorano Antonio González de las Heras, con una estrella Michelin:
Sugerencia del chef: “Podemos cortar un limón en cuartos y colocarlo debajo de la carne mientras se asa, para conseguir un ligero aroma a cítricos”.