Lavar las chufas en abundante agua hasta que el agua salga clara. Luego dejarlas en remojo en agua fría por lo menos 12 horas. Pasado ese tiempo se vuelven a lavar en agua y se escurren.
Machacar las chufas y agregarles un poco de agua mientras se pican.
Ponerles todo el agua y la canela y dejarlas reposar un par de horas en sitio fresco y seco.
Después de esas dos horas se pasa todo por un colador y luego sobre el mismo colador se pone un paño poroso finísimo mojado un poco, humedecido, al que se vuelve a verter la mezcla.
El líquido que resulta se deja enfriar en la nevera.
Servir la horchata muy fría.
Observaciones
Es laborioso, pero el resultado merece la pena cuando se trata de disfrutar de una horchata 100% casera.