¿Cómo degustar el champagne?

El champagne es una de las bebidas más consumidas durante las Navidades. Desde aquí te damos cinco consejos para que aprendas a servir y degustar este vino espumoso y quedar como la mejor anfitriona posible.

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Champagne - Gtres

Una de las bebidas que más se consumen durante las fechas navideñas es sin duda el champagne. Este vino espumoso de origen francés elaborado a base de distintos tipos de uva, es uno de los protagonistas de las Navidades y compite en presencia en las mesas con otra de las bebidas estrella de estas fechas, el cava. Por eso, cuando llegan los últimos días del año siempre surge la misma duda: ¿Cava o champagne?

Si te decantas por servir champagne debes tener en cuenta que existen una serie de claves para reconocer un buen champagne a primera vista, pero además, si quieres convertirte en la anfitriona perfecta toma buena nota de las indicaciones básicas que la prestigiosa Casa Louis Roederer nos proporciona para que sirvas un champagne en óptimas condiciones y hacer que todos los comensales de la mesa disfruten de este delicioso espumoso.

1. Lo primero a tener en cuenta para que el champagne esté delicioso es su almacenamiento. Hay que mantenerlo a una temperatura constante, por eso si no se dispone de bodega o cava electrónica lo mejor es dejarlo en un sitio donde no se produzcan cambios drásticos de temperatura. Esto es fundamental, ya que podría llegar a estropear el producto.

2. Para servirlo, lo ideal es mantenerlo a una temperatura de siete grados unas tres horas antes de abrir una botella. En caso de que no dispongamos de dicho tiempo, una buena alternativa es conservar el champagne en una bolsa con agua y hielo unos veinte minutos.

Champagne - Gtres
3. Cuando la bebida ya esté bien fría, llega el momento de descorcharlo. Esto es todo un arte porque hay que adoptar una buena postura para sacar el corcho lo mejor posible. Manteniendo siempre un dedo sobre el tapón, se desenrosca el alambre pero no se quita. Esto es muy importante ya que el alambre nos aporta sujeción e impide que el corcho resbale en la mano. Seguidamente, se inclina la botella unos 45 grados mientras se sujeta el corcho con la mano izquierda y se gira la botella con la mano derecha, siendo mucho más fácil de abrir de esta forma. Es conveniente que la botella sea descorchada con discreción, sin golpes ni sonidos fuertes.

4. En el momento de servirlo se hará siempre por el lado derecho del comensal, girando ligeramente la muñeca cuando se esté terminando de servir el espumoso, para evitar así que la botella gotee. Sin embargo, lo cierto es que en la mayoría de las veces la botella se deja en el centro de la mesa para que cada invitado se sirva la cantidad que desee.

5. Para mantener la temperatura deseada del champagne, la opción más acertada es contar con una cubitera. Para el buen preparamiento de una cubitera, lo más sencillo es llenarla con dos tercios de agua y añadir algunos cubitos de hielo, dejando un margen de unos diez centímetros hasta el borde. Si la botella que metemos viene de estar a temperatura ambiente, lo ideal es añadir un poco de sal a la cubitera con lo que conseguiremos acelerar el proceso de enfriamiento. El congelador no es recomendable usarlo, por eso habrá de evitarse siempre que se pueda.

¿Cava o champagne?

Tanto el cava como el champagne son dos vinos espumosos que se distinguen por su estilo, personalidad y por sus métodos tradicionales de elaboración, pero sobre todo, por el tipo de uva empleada.

En la región del Cava las uvas autorizadas son las blancas Macabeo, Parellada, Subirat o Malvasía Riojana y Chardonnay, las tintas Garnacha y Monastrell y las variedades Pinot Noir y Trepat para los cavas rosados. En la región de Champagne, la uva blanca que se emplea para su elaboración es la Chardonnay y la tintas Pinot Noir y Pinot Meunier.

Es indispensable saber elegir la copa adecuada donde se sirvan estos espumosos, lo ideal es beberlos en una copa alargada y estrecha en la que las burbujas fluyan ascendentemente por más tiempo.

Además, es muy importante que la copa esté a la misma temperatura que el espumoso elegido, sobre los 8-10ºC, a fin de evitar contrastes que influyan en la cata del vino.