El agua es la bebida depurativa por excelencia, apuesta por ella. Lo ideal es comenzar el día con un gran vaso de agua mineral baja en sodio a la que puedes añadir unas gotas de zumo de limón exprimido, es una costumbre excelente que te ayudará a limpiar tu organismo y evitar la retención de líquidos.
Eso sí, todo abuso es negativo, beber más de 3 litros de agua diarios es innecesario para la mayoría y podría causar desequilibrios y eliminar ciertas vitaminas y minerales indispensables para el organismo.
Los zumos naturales son una bebida muy recomendable, rica en vitaminas y con un gran poder depurativo y antioxidante. Desde luego, debe tratarse de zumos elaborados por ti misma y consumidos enseguida a fin de evitar la pérdida de vitaminas. Cualquier momento es bueno para consumirlos, ya sea puro o diluido en un poco de agua.
Te recomendamos incluir en tu desayuno un batido de frutas elaborado con pomelo, naranja y piña natural, siendo muy aconsejable si es época, incorporar unas fresas, ricas en antioxidantes, diuréticas y ligeramente laxantes. Además, añade un poquito de apio para reforzar el efecto diurético y aportar un extra de fibra.
Las infusiones de manzanilla, poleo, diente de león, hinojo, cola de caballo… tienen propiedades depurativas. Sustituye el café por alguna de ellas y atrévete a descubrir sabores nuevos con aromas de frutas y especias.
Por supuesto, no pueden olvidarse el té verde, blanco y rojo, además del ya reconocido "Té" Rooibos, que debido a su contenido en antioxidantes, contrarrestan eficazmente la acción de los radicales libres. Evita endulzarlas con azúcar o edulcorantes artificiales, es preferible emplear un poco de fructosa o incluso una cucharadita de miel.