¿Sabías que la piel del contorno de ojos es la más fina de nuestro cuerpo y la más desprotegida? Se debe a que la dermis que se encuentra alrededor de nuestros ojos tiene menos glándulas sebáceas y sudoríparas, incrementando su fragilidad y favoreciendo la aparición de bolsas, ojeras o líneas de expresión que entristecen y envejecen nuestra mirada.
Toma nota de tus aliados para mantener la frescura de tu mirada de la manera más natural:
No nos cansaremos de escucharlo y repetirlo, porque hidratarse adecuadamente es vital en todos los sentidos. Facilita el drenaje linfático y activa la microcirculación, evitando esa pigmentación azulada que se presenta en las ojeras, síntoma de una falta de agua.
Si te cuesta beber agua sin más, prueba a añadirle un chorro de limón, e incluso prepárate té helado, infusiones como el té verde, blanco o rooibos, que están cargadas de antioxidantes, zumos de frutas o verduras naturales para una inyección de vitaminas…
Dormir un mínimo de 8 horas al día es uno de los mejores secretos de belleza. Procura dormir boca arriba para favorecer la circulación de la sangre.
Son los enemigos número uno de unos ojos frescos y jóvenes, ya que retienen líquidos, aumentan las bolsas, la hinchazón y apagan la piel. Reduce su consumo al máximo y en poco tiempo verás disminuir tus ojeras.
Es el truco casero por excelencia que embellece tus ojos. Cada noche antes de acostarte, relájate durante 10-15 minutos colocándote sobre los ojos cerrados unos algodones embebidos en una infusión templada de manzanilla. Su efecto descongestionante y antiinflamatorio te ayudará a eliminar las antiestéticas bolsas que aparecen en la parte inferior de los ojos.
La aplicación diaria de una buena crema o gel para el contorno de ojos es indispensable. Elige aquellas que favorezcan la descongestión, incluyendo en su formulación té verde, aloe vera o vitaminas A y C. Aplícala mañana y noche tras la limpieza de la piel, mediante golpecitos con la yema de tus dedos, pues además de favorecer la penetración de la crema, incrementarás la microcirculación de la zona.
A veces resulta imposible evitar unas ojeras, especialmente cuando hemos pasado una mala noche, hemos abusado del alcohol y apenas hemos dormido. Para casos de urgencia, el corrector de ojeras es una solución infalible para camuflar esas incómodas sombras oscuras que delatan nuestro cansancio.
Elige un corrector en tono ocre si tu piel es cetrina o amarillenta, verde para disimular las rojeces, capilares o pequeñas manchas, y rosa para dar ese toque de luz que necesitan los rostros más fatigados.
¡Recuerda! Dado que la piel que rodea los ojos es sumamente sensible, requiere de una protección extrema. Asegúrate de evitar manchas y arrugas prematuras aplicando protección solar con SPF muy alto en la zona.
En ocasiones puede que se nos irriten los ojos, duelan y se hinchen. Para remediarlo, ralla una patata, cruda y sin piel y presiónala entre dos gasas o dos pañuelos formando una compresa. Aplícala sobre los ojos y relájate durante media hora.
Comprobarás que el dolor y la hinchazón desaparecerán casi por arte de magia.
Contra la fatiga de los ojos y la irritación, lávalos con agua hervida a la que habrás añadido una cucharada de sal en el momento de romper el hervor. Déjala enfriar y aplícala sobre los párpados con un algodón generosamente empapado en esta solución.
¿Un día agotador? ¿Una mala noche? Tu mirada acusa el cansancio y sin embargo necesitas lucir radiante. No te preocupes, existe una solución muy sencilla y eficaz para recuperar una mirada fresca y luminosa.
Aplica tu contorno de ojos habitual, el cual tendrás en la nevera para que esté bien fresquito, extiéndelo a toquecitos con la yema de tus dedos hasta su completa absorción. Después, procede a maquillar tu piel como de costumbre, dando un toque de iluminador bajo los ojos en un tono muy claro y difuminando bien. Recuperarás tu mirada, prometido.
Evita que los ojos se hinchen durmiendo las horas necesarias, evitando en lo posible la fatiga visual y trabajando con buena luz, mucho mejor si es luz natural. Si los notas especialmente cansados, refréscalos con agua fría o con una infusión de manzanilla tibia.
Si eres propensa a tener ojeras debido a causas naturales o al tono de tu piel, come durante unos diez días seguidos 50 gramos de perejil crudo. En poco tiempo tu problema estará solucionado.
Si quieres parecer fresca y lozana después de un día agotador, dedica un poco de tiempo a aplicarte las sombras de ojos, utiliza para colorear tonos pastel, pero no los elijas nacarados, porque entristecerán tu semblante. También puedes ayudarte con un buen colirio para dar más vida a tu mirada.
