La ingesta de líquidos siempre resulta saludable, pero en los meses de verano es imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Una buena hidratación exige el consumo de al menos dos litros de agua o líquidos diarios. Las agradables terrazas o ese rincón de la casa (porche, balcón o jardín) invitan a tomar algo disfrutando de buena compañía pero ¡ojo!, si elegimos constantemente bebidas refrescantes de alto contenido calórico, todo nuestro esfuerzo por lucir buena figura en verano pueden irse al traste.
Para evitarlo tienes múltiples opciones de lo más apetecibles. Por ejemplo, las sopas o cremas frías no son sólo un excelente primero para una comida o cena. Presentadas correctamente, en un vaso alto y pequeño o en forma de "chupito" pueden ser una excelente alternativa para un delicioso aperitivo. De hecho, ya están incluidas como parte de las sugerencias de cualquier cóctel que se precie. Un vasito de gazpacho, ajoblanco, vichyssoise o crema fría de melón no desentona, refresca y, además, aporta una dosis extra de vitaminas. Para media tarde, tienes otras posibilidades aún más ligeras. Un refresco light puede ser una excelente alternativa pero su consumo excesivo, (gas y sustancias químicas incluidas) puede acabar provocando acidez o pesadez de estómago. Si ya no sabes por qué decidirte, prueba con los zumos vegetales. Son sanos, nutritivos, de sorprendente sabor y súper refrescantes. Con una batidora o licuadora puedes hacer auténticas "maravillas" en casa. Un zumo natural de tomate, depurativo y con un alto poder antioxidante (mejor con una pizca de sal y pimienta) o uno de apio (mezclando tomates, zanahoria y una ramita de apio) son perfectos para eliminar las toxinas y grasas que ha aportado esa estupenda barbacoa.
Los cítricos son también una elección inmejorable. Los zumos o cócteles que incluyen entre sus ingredientes naranja, limón, lima o pomelo son una excelente manera de cuidarte al tiempo que combates las altas temperaturas. En forma de granizado, quitan la sed como pocas bebidas similares y son un verdadero placer.
Si eres de las más golosas, no renuncies a las bebidas dulces, pero échale un poco de imaginación y crea tus propios combinados con frutos tropicales tan deliciosos como el mango, la papaya, los cakis o la piña… dulces, sabrosos, con múltiples beneficios y con calorías mínimas.
Los batidos son otra fresca e irresistible opción. Si los haces caseros, utiliza leche desnatada como ingrediente básico y mézclala con frutas de temporada tan apetecibles como las cerezas o la sandía. Bien batidos (a alta velocidad), con una cucharada pequeña de edulcorante y unas horas conservados en nevera, serán un éxito en el momento de ofrecérselos a cualquier invitado.
Las infusiones a base de hierbas y plantas aromáticas son una posibilidad a tener en cuenta. La variedad de sabores a tu alcance permite que puedas preparar infusiones para todos los gustos que, bien frías, entran solas. Té verde, té rojo, tomillo, rooibos… con hielo picado, tipo granizado, son una estupenda y sana sugerencia. Si eres de las que no renuncia al café, prueba estos días a tomarlo así, con mucho hielo picado, y verás que rico y original granizado.
Por último, al hablar de bebidas refrescantes perfectas para el verano no podemos olvidar la horchata que, natural y con moderación no engorda tanto como se cree. El zumo de chufa contiene beneficiosos minerales y vitaminas de los que no debes privarte durante la temporada estival. Su nivel de azúcar es alto, pero no mucho más que cualquier refresco. Tomada de vez en cuanto resulta una excelente y saludable alternativa para tomar en una terraza disfrutando de una tarde de verano.