Es cierto que asociamos los malos hábitos dentales con la niñez. Pero las malas costumbres relacionadas con la boca a veces continúan e incluso aparecen con los años y esto puede dañar tu sonrisa. Aprende a controlar los malos hábitos que producen que tu dentadura no brille en todo momento. Una buena higiene bucal es uno de los factores clave para lucir unos dientes sanos todos los días de tu vida. El vino o el azúcar son enemigos naturales de los dientes, contrólalos.
Es el doctor Iván Malagón el que te propone un decálogo que puede salvar tus dientes:
La nicotina oscurece el esmalte y mancha los dientes. Puede provocar además enfermedades en las encías, que a su vez aflojan las piezas dentales.
Es una costumbre que favorece la aparición de manchas en los dientes.
Con el vino, sobre todo si es tinto, tendremos el mismo problema pero, además, puede provocar el desgaste de la superficie de los dientes.
Esta costumbre desgasta la superficie de los dientes y hasta puede aflojarlos. También afecta a la articulación de la mandíbula. A veces es una costumbre que comienza en la infancia y en casos graves es necesario dormir con un protector especial.
No solo los caramelos y los dulces están llenos de azúcar. También los refrescos tienen una buena cantidad, sin contar los ácidos que poseen, y que afectan el esmalte de los dientes. Ojo con los "alimentos sin azúcar", que son igualmente dañinos en exceso.
Es peligroso sobre todo porque provoca microtraumatismos en los dientes (pequeñas roturas) y afecta mucho a la articulación de la mandíbula. Tampoco es muy recomendable morder hielo o lápices, ya que se pueden causar en los dientes daños irreparables. ¡Pónle remedio a este mal hábito!
Esta costumbre puede llevar a los dientes a desgastarse e incluso a fracturarse.
El cepillado debes realizarlo tres veces al día y de forma vertical y circular con un cepillo de cerdas suaves. Se recomienda usar pasta que tenga flúor, hilo dental y enjuague bucal para obtener una calificación de limpieza bucal de 10.
Son muy peligrosos para dientes, encías y lengua. El metal del pendiente puede provocar infecciones, enfermedades en las encías y hasta pérdida de los dientes.
El almidón que contienen se convierte en ácido, y este ácido puede atacar los dientes hasta por 20 minutos.
Ya lo sabes, si quieres presumir de una sonrisa perfecta, estos son los hábitos que debes evitar.