
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 366 millones de personas en el mundo tienen diabetes. Este dato es probable que se duplique en 2030.
La diabetes mellitus es un trastorno metabólico que se manifiesta por unos niveles de glucosa en sangre por encima de los límites normales. Si no se trata adecuadamente, estos niveles alcanzan valores excesivos, dando lugar a las complicaciones agudas o crónicas de la diabetes.
La glucosa que proviene de los alimentos circula por la sangre y es utilizada por el organismo para obtener la energía necesaria para realizar nuestras tareas. La diabetes es una anomalía en la producción de insulina por el páncreas, cuya misión es facilitar el paso de la glucosa en sangre a las células.
Cuando no hay insulina como en los diabéticos jóvenes (Tipo 1), o no funciona correctamente, como ocurre en los adultos (Tipo 2), el azúcar no pasa de la sangre a los órganos y el funcionamiento es deficiente. Debido a esto, el azúcar se acumula en la sangre en cantidades superiores a las normales, apareciendo la hiperglucemia. Cuando la glucosa en sangre es superior a 180 mg, el organismo no puede retenerla, por lo que la elimina por la orina (glucosuria). La diabetes se detecta realizando una medición de la glucosa en sangre en ayunas.
Los orígenes de la diabetes pueden ser varios, entre ellos la genética. Pero la alimentación se posiciona, en la mayoría de los casos, como una de las causas más importantes de su desarrollo.
Como nos explica la Dra. Martín, "cuidar el peso es fundamental. Muchas personas verán como sus padres fueron diabéticos y ellos no lo son porque cuidan mucho su alimentación y hacen deporte". Se ha demostrado que la enfermedad puede llegar a desaparecer cuando las personas diabéticas consiguen pérdidas significativas de peso.
Así, la dieta se convierte es un elemento básico en el tratamiento del diabético, llegando a ser, en muchos casos, su mejor medicina. En este sentido será de gran ayuda disponer de un menú tipo para diabéticos y unas recomendaciones generales de cocina indicadas a los pacientes que ya sufren esta enfermedad o que se encuentran en riesgo de padecerla.
Dieta alimenticia, ejercicio físico, autocontrol analítico en domicilio y comprimidos antidiabéticos o insulina, son los tratamientos empleados en su tratamiento, dependiendo del tipo de diabetes que se padezca y su severidad.
Cabe resaltar que los avances en el campo de la diabetes están siendo numerosos en los últimos años. Descubre qué nuevos tratamientos han surgido y cómo ayudan a los pacientes que sufren esta enfermedad:
1. Nuevas medicaciones antidiabéticas
"Hasta hace poco tiempo, todas las medicaciones antidiabéticas hacían ganar peso a los pacientes" nos explica la Dra. Martín, "pero en los últimos años hemos visto surgir fármacos que facilitan la pérdida de peso y que no producen bajadas de glucosa".
2. Sensores de glucosa
Los nuevos sensores de glucosa determinan la glucemia cada cinco minutos. Ayudan en el control de las subidas y bajadas de glucosa y facilitan el ajuste del tratamiento para controlar la diabetes.
3. Bombas de insulina
Las bombas de insulina ayudan a mejorar el control metabólico y disponen de un holter acoplado a ellas para leer en todo momento la glucemia. "Con ambos dispositivos se está logrando conseguir un verdadero páncreas artificial" .El software de los sensores interpreta la glucemia de manera constante y la bomba emite la insulina necesaria sin que intervenga una voluntad externa.
Con estos nuevos tratamientos estamos asistiendo a avances terapéuticos en esta patología que, como nos explica la Dra. Pilar Martín "hacen pensar que la diabetes será una enfermedad controlable en un futuro cercano".