La piel grasa es el resultado de una producción excesiva de sebo y puede reconocerse fácilmente, presenta brillos sobre todo en la zona T (frente y nariz), puntos negros, granitos, imperfecciones y un aspecto apagado, principales problemas estéticos que sufren los cutis grasos. No obstante, las pieles grasas tienen una gran ventaja, y es que al tener un mayor grosor tienen menos arrugas, solo es necesario darles los cuidados necesarios y lucirás una piel de ensueño.
Para mejorar su apariencia y controlar los síntomas, los cuales suelen verse incrementados en primavera y verano, ficha los mejores consejos. Con paciencia y constancia conseguirás equilibrar tu piel.
Los factores que provocan el exceso de sebo
Cabe destacar, que no es una característica que afecte solo en la adolescencia y diversos factores externos e internos la producen:
Factores externos. Algunos de los factores externos que incrementan la producción excesiva de sebo son el estrés, la contaminación, la falta de higiene y el uso de cosméticos inadecuados.
Factores internos. Las alteraciones hormonales y la herencia genética son las principales causas internas que provocan desequilibrios cutáneos.
Cuidados básicos de la piel grasa
Si tu piel sufre acné, consulta antes de usar cualquier producto cosmético con tu dermatólogo, él mejor que nadie sabe lo que tu piel necesita tras elaborar un diagnóstico sobre la misma.
Para lucir una piel saludable es primordial descansar bien y evitar el estrés. No olvides dormir 8 horas diarias.
La limpieza facial es esencial. Realízala mañana y noche, utilizando algún producto específico para este tipo de pieles y con acción antiséptica mediante movimientos circulares. Mantendrás los poros limpios y evitarás los granitos. Se recomienda no usar jabón ni limpiadores agresivos, ya que puede resecar aún más la piel. Recuerda que los cutis grasos también necesitan mantenerse hidratados. Además, evita tocarte la cara con las manos, la grasa, suciedad y bacterias que se alojan en ellas alterarán el equilibrio de la piel.
Tras la limpieza, utiliza un tónico astringente para reducir el exceso de grasa, así como para evitar que se formen espinillas y otras impurezas. También te ayudará a controlar los brillos. Si notas que tienes los poros dilatados, empapa un algodoncito con zumo de limón frío y aplícalo a golpecitos por toda la zona afectada.
Las pieles grasas necesitan hidratación, emplea una hidratante sin aceites, específica para tu tipo de piel, lava las manos siempre antes de aplicarte productos sobre el rostro.
Aplica mascarillas con regularidad, siempre sobre la piel limpia y sin llegar a la media hora tras su aplicación. Las pieles grasas se ven muy beneficiadas con la aplicación de mascarillas purificantes como las elaboradas a partir de arcilla. Úsalas una vez por semana después de hacerte un peeling con un producto específico, la manera más sencilla de eliminar las células muertas.
La textura más adecuada como base de maquillaje para una piel grasa es el "compacto", ya que tiene la capacidad de absorber la grasa y resiste la humedad. Aplícalo con una esponjita y proporcionará a tu piel un acabado mate y aterciopelado, además, disimulará las imperfecciones. Emplea productos cosméticos sin aceites.
La exposición prolongada al sol resulta perjudicial para la piel grasa, debido a que ésta permite el paso de la luz con mayor facilidad, recuerda emplear factores de protección elevados y específicos para pieles grasas (sin aceites).
Cuida tu alimentación, eligiendo una dieta rica en frutas, verduras, carnes bajas en grasa como el pollo o el pavo y mucha fibra. Evita los alimentos ricos en azúcar, el alcohol y las carnes rojas.
La meticulosidad en la higiene es imprescindible. Intenta no tocarte la cara con las manos sucias y tenerlas siempre limpias a la hora de aplicar cualquier crema o loción. Tampoco toques los granitos si no quieres provocar una inflamación y posterior infección o aparición de impurezas.
Por último, practica ejercicio siempre que puedas, ya que están demostrados sus beneficios en la piel, especialmente el aeróbico. El sudor ayuda a eliminar toxinas y mantenerse en un peso saludable, siempre positivo para la elasticidad y tersura de la piel.
Recuerda: lo que nunca debes hacer si tienes la piel grasa, granitos y espinillas
Ya hemos hablado largo y tendido de cómo cuidar la piel grasa. No te olvides de lo que debes evitar o lo que no debes hacer nunca si tu piel es grasa y presenta granitos o espinillas. Son acciones básicas pero de vital importancia para mantener a raya este tipo de pieles:
Usar productos para el rostro con aceite o demasiado grasos: obstruyen los poros y ocasionan la temida aparición de granitos.
Exponer la piel al sol, ya que la luz solar puede acelerar la producción de grasa.
Utilizar una crema hidratante facial que no sea específica para piel grasa, ya que por lo general suelen resultar demasiado cremosas.
Extraer las espinillas o explotar los granitos: se puede provocar una infección. Lo recomendable es acudir a un especialista y tratar los mismos con productos específicos.
Tocarse el rostro con las manos para quitar el exceso de grasa. Lo adecuado es utilizar siempre un pañuelito desechable.