Trucos para comer sin sal sin darte cuenta y ¡sin sufrir!

El exceso de sal pone en riesgo tu salud y tu belleza. Ficha estos sencillos trucos para reducir la sal en las comidas sin darte cuenta y ¡sin sufrir!

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 5 gramos diarios de sal, pero una gran parte de la población supera esta dosis. El consumo excesivo de sal o de sodio es un factor de riesgo para diversos trastornos como la hipertensión y determinadas dolencias cardiacas, hepáticas y renales. Pero también a nivel de belleza, la sal juega un papel desfavorable. Y es que la retención de líquidos, la celulitis o amanecer con los ojos hinchados, son algunos de los inconvenientes que conlleva ingerir demasiada sal.

Acostumbrar al paladar desde niño a un punto justo de sal es un buen gesto que podemos trasmitir a los más pequeños. Ya siendo adultos, el truco está en saber cocinar y sacar el máximo partido a las recetas prescindiendo de la sal. ¿Crees que reduciendo el aporte de sal renunciarás a la comida sabrosa? ¡Nada de comida insípida! Bastan unos sencillos trucos y consejos que te ayudarán a disfrutar de una dieta más sana y baja en sal, sin darte cuenta y ¡sin sufrir!:

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Cocina las verduras al vapor

Cuando la intención es comer con menos sal sin renunciar al sabor, nada mejor que cocinar las verduras al vapor. Al no estar en contacto con el agua, las sales minerales del alimento que en gran medida son las que dan el sabor, no se diluyen.

Macerar los pescados

Los pescados blancos tienen un sabor más suave, más neutro. Para potenciar el gusto sin necesidad de añadir sal se pueden poner a macerar en zumo de limón, ajitos, perejil u otras hierbas aromáticas.

Sazonar al final

Añadir una pizca de sal al alimento una vez que esté cocinado y no durante su elaboración, te ayudará a limitar la cantidad de sal que ingieres.

Especias

Puedes usar tantas especias aromáticas como te apetezca, son muy saludables y aportan sabor y aroma a los alimentos. Además, te recomendamos apostar por el ajo, la cebolla blanca, puerros, chalotas, perejil y salsa de tomate casera en tus platos, aportarán vitaminas, minerales, fibra y mucho sabor a tus recetas ¡sin nada de sal!

Sal de sésamo

Una forma de reducir la cantidad de sal y enriquecer en nutrientes los platos es utilizar gomasio, una mezcla de sal y semillas de sésamo, como aderezo de ensaladas, cremas, purés, etc.

El frío potencia el sabor

Al dejar un guiso de un día para otro en la nevera, el sabor del plato se concentra más. Este truco sirve para elaborar platos como ragú de ternera, calamares en su tinta, estofados de todo tipo, pescados en salsa, etc.

Carne sabrosa

Para evitar que la carne pierda sus jugos y potenciar su sabor durante la cocción, séllala con un dorado inicial en una sartén antiadherente. Además, recuerda que la carne asada es más sabrosa que la hervida, por lo que siempre debes preferirla para reducir la tentación de añadir sal.

Sustitutos

Puedes utilizar sustitutos de la sal sin sodio, los cuales generalmente suelen ser altos en potasio. Evita los cubitos de caldo, demasiado ricos en sal, en su lugar, emplea caldos caseros o comprados bajos en sal o sin sal.

Pon en práctica estos consejos y verás lo fácil que resulta reducir la sal en tu dieta ¡sin que se note!

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