Cuando llega diciembre no se hacen esperar los propósitos para el nuevo año. Uno de los más recurrentes es llevar un estilo de vida saludable y aprender a cocinar sano. Es por ello que el equipo de nutricionistas de PronoKal nos propone descubrir nuevas formas fáciles de cocción baja en grasa que aportarán variedad y todos los nutrientes que el organismo necesita para mantenerse en plena forma. Además, gracias a los distintos métodos de cocción se conseguirá resaltar el sabor de los alimentos y disfrutar más en la mesa. ¡Toma nota!
Consiste en sumergir los alimentos crudos en agua y llevarlos a ebullición. Siendo perfecta para huevos, patatas, arroces y pastas. Permite cocinar de una forma muy saludable, aunque lo cierto es que esta técnica provoca la pérdida de vitaminas hidrosolubles y algunos minerales cuando se cocinan verduras y hortalizas. Para evitarlo, aprovecha el agua de la cocción al hervir las verduras para hacer otras preparaciones culinarias, tales como salsas y cremas.
Por otro lado, cuando se utiliza una olla a presión, la temperatura alcanzada son los 120 grados, por lo que se disminuye el tiempo de cocción y permite conservar mejor las sustancias nutritivas y organolépticas. Sin duda, la cocción a presión es ideal para verduras y hortalizas.
¿Sabías que los alimentos cocinados al vapor pierden menos nutrientes que los hervidos? Esta técnica utiliza el vapor de agua para cocinar los alimentos, pero nunca los sumerge en ella, por lo que resulta ideal para cocinar verduras manteniendo todo su sabor, olor y color. Al no utilizar aceite, el valor calórico de los alimentos no aumenta. Se acostumbra a utilizar un recipiente especial, como vaporeras, canastas de bambú o utensilios de silicona, diseñados para este fin.
Es uno de los sistemas de cocción más saludables, ya que suprime la grasa y las comidas conservan al máximo todos sus compuestos nutritivos, ya que no se disuelven en el agua o el aceite.
La cocina al vapor está especialmente indicada para verduras, hortalizas (excepto las de hoja verde), mariscos y carnes blancas, aunque es mejor evitarlo para las carnes más duras. Eso sí: los alimentos que se cuezan deben ser de buena calidad, porque la técnica no les añade nada.
Con las ollas a presión y ultrarrápidas, se pueden elaborar en pocos minutos platos completos y sin grasa. Debido a la velocidad de cocción, los alimentos conservan todas sus propiedades nutricionales.
En este tipo de recipientes se pueden cocinar legumbres, arroces, verduras, hortalizas y carnes de todo tipo, en muy poco tiempo y sin agregarle ningún tipo de grasa, a lo sumo un chorrito de aceite de oliva, para realzar el sabor de la preparación.
Son muy rápidas y sencillas de usar: la única precaución consiste en respetar escrupulosamente los tiempos de cocción recomendados en su manual de instrucciones para cada alimento en particular, porque si se excede se deteriora considerablemente su valor nutricional, debido a las altas temperaturas que se alcanzan en su interior.
Se necesita para papel de aluminio o papel vegetal (especial para horno) donde se envuelven los alimentos y se introducen en el horno a una temperatura media. Esta técnica de origen francés utiliza el vapor que desprenden estos alimentos al cocinarse, para dar sabor, sin necesidad de añadir grasas, como mantequillas y/o aceites. Ideal para saborear pescados y verduras.
Para obtener mejores resultados, conviene cortar los ingredientes, sobre todo los vegetales, en trozos grandes. Las combinaciones de pescados, carnes de ave, verduras y hortalizas preparadas de esta manera son muy vistosas y constituyen platos muy saludables y completos.
Los alimentos conservan todos sus nutrientes, aroma y sabor, debido a que se cuecen en sus propios jugos, y dado que no necesitan grasa, dan lugar a platos muy ligeros.
Permite cocinar de forma limpia y sana gran cantidad de platos para toda la familia. Los alimentos conservan todo su sabor y propiedades, a la vez que permite asegurar un sabor más jugoso. Ideal para carnes, pescados y verduras.
Rápida y fácil, la plancha permite cocinar sin añadir aceite a carnes y verduras. Con la plancha, los alimentos adquieren un delicioso sabor, parecido a la parrilla o la brasa, pero sin llegar a quemar los alimentos. Eso sí, debemos mantener en buen estado las planchas.
Si las carnes y pescados a la plancha no terminan de convencerte, prueba a macerarlos durante unas horas antes de cocinarlos en una mezcla de aceite de oliva virgen, un buen chorro de zumo de limón y hierbas aromáticas al gusto. Conseguirás potenciar el sabor de carnes y pescados, además de ganar en jugosidad.
Esta técnica llegada de Asia utiliza una característica “sartén” abombada en el fondo, de unos 30 centímetros de diámetro. Su forma permite mantener el sabor y el olor de los alimentos cocinados en ella. Se utiliza muy poca cantidad de aceite, lo que permite elaborar deliciosas recetas, bajas en calorías y en poco tiempo. Se pueden preparar sopas y caldos, cocer al vapor e incluso freír. Prueba esta técnica para cocinar carnes, mariscos y verduras cortadas en trozos muy pequeños. Prepara "salteados" magros, de verduras y hortalizas, gambas o langostinos, pollo, pavo, carnes o pescados. Además, acompaña todas estas técnicas de cocción, de condimentos deshidratados en polvo: como orégano, tomillo, ajo, cebolla o pimienta, a la vez que lo combinas con aliños naturales como zumo de limón natural, vinagre de vino tinto, vinagre de manzana, mostaza de Dijon o salsa de fermentación Tamari. ¡El éxito está asegurado!