Aunque los hombres no lo comprendan, el 90% de la emoción de una invitación reside en los preparativos y en la elección del estilismo ideal. Te contamos las normas de protocolo estilísticas.
Si quieres dejar al personal boquiabierto, luciendo elegante, pero con un toque sexy y juvenil, elige un minivestido de satén. Los trajes minis son el “must” de la temporada, aunque no favorecen a todas las mujeres por igual.
Si no gozas de unas piernas delgadas debes prescindir de lucir los escasos minivestidos, pues tan sólo conseguirían que tus extremidades parezcan más gordas de lo que en realidad son. Pero, si no puedes resistirte, combínalos con unas medias tupidas, que serán en color negro o gris marengo. Así disminuirás el efecto del vestido. Si es muy corto, llegando a parecer más una camiseta larga que un vestido corto, entonces úsalos sólo de noche con medias muy tupidas.
Esta prenda está reservada a mujeres muy jóvenes, ya que una mujer por encima de los cuarenta con un vestido casi inexistente puede llegar a resultar ridículo y fuera de su edad. En caso contrario, que su largo sea justo por encima de la rodilla, podrán lucirse también sin medias, aunque sólo en primavera, verano y si la celebración tiene lugar durante el día.
Llevar tacones con estilo es fácil si sabes cómo ¡descúbrelo!
En cuanto a los complementos, cinturones corsé, chaquetitas toreras y cartera de mano. Los minivestidos aceptan bien las joyas muy grandes, como pendientes largos o maxianillos.
Los vestidos cortos se llevan con tocados o pamelas, aunque sólo en caso de que la celebración sea diurna.
Cuando una mujer se viste de largo saca a relucir su faceta más glamurosa y sofisticada. Un vestido largo nos convierte en mujeres deseadas, elegantes, sensuales y muy femeninas, pero no siempre son apropiados. Te contamos en qué caso sí puedes llevarlos y cómo hacerlo.
Las pasarelas lanzan propuestas tan versátiles como dispares: trajes cuajados de brillantes, cuentas o plumas que recuerdan a la moda años 20, escote barco o en uve, corte imperio, silueta sirena o estructura años 40.
Los vestidos con forma de camiseta se llevarán para cóctel o fiesta, aunque si es de carácter informal. Los pusieron de moda el genio Gianni Versace y Ralph Lauren. Si los quieres lucir en una gran celebración deberás aderezarlos con la ayuda de complementos espectaculares y muy vistosos, joyas de oro, mantón de Manila y pelo recogido en un moño alto. Para deslumbrar en la noche elígelos en color negro, oro o plata.
Dada su simplicidad se adornan con largos collares de perlas, pendientes y bolsos joya, aunque se pueden llevar al más puro estilo minimalista y lucirlos sin ninguna clase de acompañamiento En cuanto a los zapatos son tan válidos los de punta, conocidos en el argot como "stilettos", como los zapatos en forma redonda. El abrigo que mejor le va es una gabardina en raso o un abrigo negro a media pierna.
En cambio, las víctimas de la moda pueden elegir trajes de inspiración charlestón. Los vestidos que llevaban las coetáneas de Coco Chanel o Wallis Simpson son los más elegantes y llamativos, pero aptos solamente para damas excéntricas y acostumbradas a llamar la atención. Quedan mejor en mujeres altas y delgadas, pues su corte es recto, sin formas, lo que crea un efecto óptico engordante.
Se caracterizan por cuajarse de brillos, flecos o plumas. Muchos de ellos llevan dibujos de inspiración art decó o art nouveau. Sus accesorios ideales son los abanicos y los tocados en el cabello, que se componen de plumas, lazos, cuentas, tules. Los turbantes también son una buena opción.
Los echarpes en devoré, terciopelo o sedas son buenos compañeros de los vestidos años 20-30. Al igual que los topolinos o los zapatos de punta redonda. Los mezclarás con bolsos vintage, en piel de cocodrilo, visón, muy armados, con boquilla o en rejilla metálica.
Respecto a las joyas elegirás collares maxilargos, pendientes antiguos como dormilonas y anillos gigantes. Las medias serán de rejilla.
Los vestidos largos no son buenos compañeros de tocados y pamelas. Se lucen sólo de noche y quedan mejor con el pelo recogido. Aceptan toda clase de bolsos y quedan espectaculares en mujeres maduras.
Si tienes miedo de que tu vestido de fiesta sea muy escotado, te proponemos una solución práctica, muy femenina y a la moda: utiliza un bolero en tul o red, consiguiendo el efecto de “sí, pero no” o como dicen las fashionistas efecto “trampantojo”. El objetivo es no lucir exagerada, pero sí insinuante y sexy.
El chal, aunque más clásico puede surtir el mismo efecto, al igual que el mantón de Manila, prenda con flores bordadas y largos flecos. Los mantones son muy femeninos y favorecen mucho por el movimiento ondulante que generan. Van bien con trajes negros y rojos, aunque en realidad, dada la amplia posibilidad de colores, se pueden combinar con todo tipo de vestidos, tanto largos como cortos y en cualquier gama de color.