Preparar la masa quebrada colocando la harina en un gran bol, espolvorear con un poco de sal y agregar la mantequilla en pedacitos. Amasar con la manos, añadir la yema de huevo y e ir agregando poco a poco el agua.
Espolvorear con harina la mesa de trabajo y pasar la masa a ésta, seguir amasando y formar una bola que se dejará reposar en un bol en sitio fresco.
(Conviene preparar la masa quebrada la víspera o al menos 4 horas antes de hacer la tarta)
Pelar y cortar en rodajas muy finas las cebollas.
En una sartén poner un poco de aceite de oliva a calentar, agregar las cebollas y dejar hacer a fuego suave hasta que estén transparentes. Entonces se sacan y se dejan enfriar pasándolas a una fuente.
Espolvorear la mesa de trabajo con harina y extender la masa de pasta quebrada con el rodillo dándole en la medida de lo posible forma redonda.
Engrasar generosamente un molde circular de tarta con mantequilla y colocar la masa cuidadosamente cubriendo perfectamente fondo y paredes del molde, cortar lo que sobresalga del mismo.
Pinchar ligeramente (sin hacer demasiada presión) todo el fondo varias veces con un tenedor.
En un cuenco se agrega la harina, añadir la nata lentamente y mezclar bien. A continuación se incorpora el huevo entero y las dos yemas. Salpimentar y añadir un poco de nuez moscada. Finalmente agregar las cebollas y mezclar.
Rellenar la tarta con la preparación y llevar a horno fuerte durante 35 minutos.