En una sartén freír el huevo con aceite de oliva virgen cuidando de que lo haga despacio sin quemarse ni que le salgan puntillitas. Después de freír se retira y se deja que se enfríe.
En un mortero se machacan las almendras peladas con el diente de ajo hasta que se consiga una pasta uniforme.
En un cuenco con un litro de agua fría se añaden la pasta de almendra y ajo, el huevo frito y dos rebanadas de pan del día anterior. Se bate todo con la batidora y se le añade sal y vinagre al gusto.
Observaciones
Para 2-4 personas.
Sirviéndolo bien frío es el acompañamiento ideal para las comidas veraniegas. Es muy refrescante y sabroso a la vez que nutritivo.
Se puede pasar todo por batidora sin machar las almendras en el mortero pero se notarán las partículas de almendra más al beberlo.