Lavar la piel de los calabacines, rallarla y cortarlos en trozos.
Pelar los ajos, retirarles el germen central y picarlos muy menuditos.
Calentar en una cazuela la mitad del aceite y saltear ajos y calabacín un par de minutos, añadir el agua mineral o el caldo suave de verdura, una pizca de sal y dejar cocer unos 5-7 minutos a partir del primer hervor. Retirar y dejar enfriar.
Lavar las hierbas, secarlas y triturar las hojas en la batidora junto con el resto del aceite y una pizca de sal.
Añadir al calabacín y volver a triturar todo junto.
Dejar enfriar en la nevera.
Se sirve con los copos de parmesano aparte.
Observaciones
4 raciones (pequeñas)
Si se ralla la piel de los calabacines queda de color verde intenso, si se pelan el color es más claro.