Retirar la corteza al pan y cortar 12 rebanadas de un centímetro de grueso.
Tostarlas ligeramente por ambos lados sobre una parrilla y después untarlas por uno de los lados con un poco de mantequilla.
En un cazo se pone una nuez de mantequilla a calentar y se añaden los huevos ligeramente salpimentados, remover para que no se agarren al fondo. Añadir después la mitad del queso y cuando esté listo el revuelto se reparte sobre las tostadas de pan formando montículo.
Espolvorear con el resto de parmesano y gratinar a horno fuerte durante un minuto hasta que la superficie esté dorada.