Cómo comprar, cocinar, conservar y servir el marisco para conseguir recetas perfectas

Ficha las claves infalibles para cocinar el marisco esta Navidad, con los mejores consejos a la hora de comprar, conservar y servir el marisco perfecto.

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El marisco es uno de los alimentos protagonistas en las recetas de Navidad, y con el propósito de hacer que estas fiestas sean inolvidables o para sorprender a familiares y amigos en esa comida o cena especial, desde Lola Market nos dan las claves para elegir el mejor marisco fresco del mercado, además de cocinarlo de la manera más adecuada.

La compra del marisco

El marisco es un producto que puede adquirirse vivo, refrigerado o congelado. Lo más importante, a la hora de seleccionarlo, es cuidar la cadena del fresco, pues, no solo debe parecer fresco sino que, además, debe estarlo.

Langosta, bogavante, cangrejos… existe una larga lista de productos frescos que harán de nuestra comida o cena navideña un verdadero manjar. Aunque no siempre es posible, se recomienda adquirir marisco vivo. Para ello, debemos tener siempre muy en cuenta tocar los ojos del fresco para confirmar que se le mueven o fijarnos en que la cola del animal se presente recogida.

Si has comprado marisco y lo consumirás en uno o dos días como máximo, será suficiente guardarlo en la zona más fría de la nevera. Sin embargo, si tardarás más días en comerlo, envuélvelo en papel de aluminio para protegerlo del aire y guárdalo en el congelador.

En caso de que el marisco no se adquiera fresco, es muy importante preservar la cadena de frío. Cuando se trata de un producto refrigerado, como langostinos o gambas bastará una temperatura de 1 o 2 grados.

En cuanto al marisco congelado, deberá ser conservado a una temperatura de entre -4 y -18 grados.

Cocinar perfectamente el marisco

Para cocer el marisco hay que tener en cuenta dos puntos fundamentales: si está vivo o muerto, y el tamaño y peso del marisco.

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En el primer caso, lo ideal es cocerlo a partir de agua fría y con sal. En caso de que el marisco esté muerto se recomienda echarlo una vez que el agua esté hirviendo. Sin embargo, el congelado quedará mucho mejor si previamente se deja descongelar de la forma más lenta posible.

Es importante también usar el recipiente adecuado para que el marisco esté holgado y pueda cocinarse bien, y que el agua cubra el alimento. A continuación, se añade la sal (gorda, preferiblemente) en una proporción de 30 o 40 gramos por litro de agua. En cuanto al laurel, se trata de un tema opcional, ya que muchos consumidores opinan que puede tapar el auténtico sabor del marisco.

Tiempos de cocción del marisco

Una vez comienza a hervir el agua, se contará el tiempo de cocción en función del peso y tipo de marisco:

  • Percebes: 1 minuto y medio.
  • Langostinos: entre 1 ½ -2 minutos y medio (dependiendo del tamaño).
  • Cigalas: 2-3 minutos (dependiendo del tamaño).
  • Caracoles/bígaros: 4 minutos.
  • Nécoras: 5-6 minutos, en función del tamaño.
  • Langosta, Centollo, Bogavante y Buey de mar: unos 7 minutos si la pieza pesa hasta 400 gramos; 8 minutos si pesan 500 gramos o 9 minutos para los 600 gramos.
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Degustación del marisco

Sin duda, el mejor marisco es el que se sirve templado y recién hecho. En caso de servirlo frío, se deberá tener especial cuidado, pues hay que retirarlo con tiempo del frigorífico para que pueda apreciarse todo su sabor. No obstante, cabe resaltar que el marisco menudo puede perder su frescura en pocas horas. Soluciónalo introduciéndolo en agua templada, más bien caliente, con sal, durante 3 minutos. Lograrás que el marisco se rehidrate y parecerá como recién cocido.

Los percebes son el plato ideal para ser servidos en caliente. Por su parte, las cigalas, las gambas, los langostinos o las langostas serán mejor si son presentados en frío o a temperatura ambiente. Para ello, podemos enfriarlos en hielo picado o cubitos de hielo pequeños, durante aproximadamente un minuto.

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