
"Ir al urólogo", es una frase maldita para muchos hombres en nuestro país. Pereza, miedo o vergüenza son algunas de las excusas por las que el género masculino tiene descuidada su salud genital, pero esta costumbre de orgullo varonil… ¡tiene que acabar!
Si verdaderamente quieres conseguir que el hombre trate con naturalidad el "asunto", puedes acompañarle a la consulta y convertir una situación algo incómoda en una rutina normal. ¡Toma nota y lo conseguirás!
Si tu chico es de los que no va al urólogo porque tiene miedo a lo desconocido y a los falsos mitos, lo primero que tienes que conseguir es que se deshaga de ese rechazo.
Hay muchos hombres que se sienten violentos con este tipo de consultas en las que sus genitales pasan de ser un símbolo de dominación y fuerza a convertirse en el objeto a examinar por el especialista. Algunos, simplemente, se sienten inseguros y otros, acomplejados.
Por eso, tu labor de "quitarle hierro al asunto" es fundamental y lo cierto es que no es para tanto. No te cortes en buscar información acerca de lo que examina la especialidad de la Urología y en explicársela a tu pareja con normalidad. Con ello, conseguirías suavizar la situación y convencerle de que necesita hacerse unas revisiones periódicas.
Si el problema es que tu chico es vergonzoso, tiene fácil solución… ataca su parte más varonil mientras le comparas con la valentía de los demás hombres. ¡Casi nunca falla!
Debes tratar de hacerle ver que ir al urólogo es como ir al médico de cabecera: vas, le cuentas tu problema y él pone remedio. Así de fácil. Además, con tu compañía, el trance será más llevadero.
Si el caso de tu pareja es demasiado complicado, debe entender que es algo por lo que tiene que pasar y que tú estarás a su lado.
Intercambios de pareja: ideales para salir de la rutina
El lado positivo de que los dos vayáis juntos a la consulta de Urología es que puede poner fin a esos "problemillas de pareja", ya que el especialista no trata solamente dolencias y molestias del pene, sino que puede dar un diagnóstico oficial a: una disfunción eréctil, una inapetencia sexual o al famoso "dolor de cabeza".
Debéis tener en cuenta, tanto tú como tu pareja, que el urólogo no es un psicoterapeuta, pero puede ser muy útil para dar una solución definitiva a todos vuestros "desequilibrios".
¡Recuerda que una pareja es de dos! y que si tratáis el tema juntos evitaréis muchos malentendidos. Tómate la visita al urólogo como una muestra de amor. Seguro que él después te lo recompensará.
Por regla general, tu pareja debe acudir a la consulta de Urología, una vez al año, cuando haya superado los 50, aunque con 40 años es recomendable que empiece a hacerse sus revisiones.
De todas formas, siempre debes estar alerta y acompañar al especialista a tu chico cuando tenga alguno de estos síntomas: