Ingerir una cantidad de fibra adecuada diariamente (25-30 gramos) disminuirá los niveles de colesterol, reducirá el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, combatirá el dolor menstrual, corregirá el estreñimiento y reducirá la probabilidad de sufrir cáncer, especialmente el de colon y mama. Además es una gran ayuda para los diabéticos, ya que la fibra consigue reducir los valores de glucemia (azúcar en sangre).
La fibra comprende todos aquellos productos vegetales que el aparato digestivo no digiere ni absorbe, "no aporta calorías". Su forma de acción es agregar volumen a los alimentos y ayudar a su óptima digestión y evacuación.
SOLUBLE: retarda el proceso de digestión y mejora la absorción de los nutrientes de los alimentos. Atrapa el agua durante la digestión y la vuelve de consistencia gelatinosa.
Se encuentra en: nueces, cebada, avena, judías, algunas frutas y verduras.
INSOLUBLE: favorece el buen desarrollo del tránsito intestinal acelerando el paso de los alimentos.
Se encuentra en: verduras, salvado y granos integrales.
Un grupo de científicos daneses descubrió que para empezar bien el día hay que cenar alimentos ricos en fibra la noche anterior. Tras el estudio, los participantes que consumieron 10 gramos de fibra en la cena declararon sentir menos apetito en las horas posteriores al desayuno del día siguiente que aquellos que no habían consumido fibra. Tiene lógica, el modo en que la fibra se disuelve en el intestino grueso, prolonga la sensación de saciedad.
Así pues, olvídate de saltarte la cena, consume alimentos ricos en fibras y pobres en grasas como las verduras y legumbres.
Un estudio publicado en la prestigiosa revista "Archives of Internal Medicine" reveló que la fibra aporta grandes beneficios al organismo, reduciendo en un 27% el riesgo de sufrir una muerte coronaria. Pero además, si sigues una dieta alta en fibras y baja en grasas, padecerás menos dolores menstruales. Así lo señala un estudio realizado en Japón.
Consumir una cantidad adecuada de fibra es de suma importancia para seguir una dieta equilibrada, pero un consumo excesivo es contraproducente. Un exceso de fibra en la dieta dificultaría que nuestro organismo absorbiera las grasas necesarias.