El herpes labial surge de improviso y su permanencia puede resultar además de inconveniente, dolorosa. Descubre las medidas preventivas que evitan su aparición, alivian el dolor y favorecen una curación más rápida de la lesión.
El herpes labial es una enfermedad infecciosa muy común, pero también una de las más molestas y dolorosas. Generalmente es causada por el virus del herpes simple, provocando una infección del área bucal que se manifiesta con pequeñas ampollas en la piel de la zona.
Síntomas
Los síntomas más habituales del herpes labial son la sensación de hormigueo y de picor, en algunos casos acompañado de quemazón de la piel, dando paso a la formación de una vesícula. Posteriormente se rompe y aparece una costra entre 7 y 15 días después del contagio, permaneciendo la lesión en la piel hasta 10 días.
Aunque por lo general este virus se manifiesta en la zona externa del labio, también puede afectar a la boca, la nariz, las mejillas o los dedos de las manos.
Prevención
El problema más significativo que presenta esta enfermedad es que, una vez curado, el virus del herpes labial queda latente y puede manifestarse nuevamente en cuanto bajan las defensas del organismo. Por ello, resulta indispensable tener en cuenta una serie de recomendaciones que ayuden a prevenir esta dolencia, tanto en aquellas personas que alguna vez la hayan padecido como si no.
Gtres
• Viento y sol
La exposición continuada al sol y al viento resulta perjudicial para aquellas personas que en alguna ocasión hayan padecido herpes labial, ya que puede reactivarlo y precipitar su aparición. Dado que los rayos solares desencadenan uno de cada cuatro casos de herpes labial, los expertos recomiendan aplicar en los labios un bálsamo o crema con filtro solar antes de salir al aire libre, sobre todo para prevenir los casos recurrentes.
• Compartir objetos
El hecho de compartir algunos objetos cotidianos como los platos, cubiertos, vasos y toallas, puede hacer que el virus se contagie de unas personas a otras. Por ello, es recomendable no compartir estos útiles mientras se padece la enfermedad.
Igualmente, el cepillo de dientes puede albergar el virus del herpes durante días y volver a infectar una y otra vez el labio, por ello, es conveniente cambiar de cepillo de dientes cuando aparezca la lesión y cuando se haya curado sustituirlo por otro.
• Estrés
Las situaciones de estrés prolongadas traen consecuencias en el sistema inmunitario produciendo una bajada de defensas, situación que favorece la aparición del herpes labial. Así pues, resulta muy recomendable evitar una situación de estrés sostenida y practicar técnicas de relajación. No obstante, una situación puntual especialmente angustiosa puede ser suficiente para desencadenar la reaparición del herpes labial.
Tratamiento
Si a pesar de tener presentes los consejos preventivos este virus aparece, una serie de recomendaciones favorecerán su curación y ayudarán reducir el dolor y las molestias.
• Limpieza
La higiene resulta fundamental. Lo más recomendable es lavar las ampollas con agua y un poco de jabón antiséptico además de mantener limpias las manos en todo momento para evitar que el virus pueda extenderse a otras zonas de la piel.
• Hábitos alimentarios
Son numerosos los estudios que relacionan el consumo de alimentos ricos en "arginina" (almendras, anacardos, chocolate, gelatina, refrescos, cerveza…) con el empeoramiento del virus y su reaparición, ya que el virus del herpes simple necesita de este aminoácido. Sin embargo, aquellos alimentos ricos en "lisina" como las algas, patatas, soja y huevos, resultan eficaces como preventivo del virus, así como para detener su actividad y favorecer una más rápida curación.
• Aloe Vera y compresas de leche
La pulpa de aloe vera aplicada de forma tópica en la zona afectada es una ayuda natural para acelerar la cicatrización de la herida dadas sus propiedades antibacterianas, analgésicas y regeneradoras de la piel.
Existen bálsamos labiales de venta en farmacias a base de aloe vera en combinación con otros activos naturales que consiguen reparar, proteger e hidratar la zona afectada en profundidad, favoreciendo la curación del herpes y actuando como preventivos. Además, una compresa de leche entera a temperatura ambiente colocada sobre el herpes labial, alivia el dolor y acelera el proceso de curación.
